El ex presidente de Costa Rica y fugaz secretario general de la OEA (2004), Miguel Angel Rodríguez, se sentará este lunes en el banquillo de los acusados acusado de supuestos delitos de corrupción, en uno de los mayores escándalos en la historia de este país.

La Fiscalía acusó a Rodríguez (1998-2002) de recibir dádivas superiores a los 800.000 dólares de la empresa francesa Alcatel por haber influenciado en la compra de 400.000 líneas de teléfonos celulares por parte del estatal Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) en 2001, cuando era aún presidente.

Durante el debate oral y público en el Tribunal Penal de Hacienda de San José se juzgará además a otras ocho personas, la mayoría ex directivos del ICE que intervinieron en la compra de las líneas celulares a Alcatel.

La investigación se inició hace cinco años, y durante ese tiempo el ex gobernante ha rechazado las acusaciones, afirmando que es inocente.

Esas imputaciones le costaron su salida de la secretaría general de la OEA, cargo que ocupó durante apenas dos meses, entre septiembre y octubre de 2004.

“Me resulta un gran alivio que el juicio al fin se inicie. He esperado 66 meses para esto”, dijo Rodríguez el 14 de abril, previo a que el Tribunal pospusiera el inicio de las deliberaciones por la enfermedad de un imputado.

Rodríguez insiste en que renunció voluntariamente a la secretaría general de la OEA para venir a Costa Rica a enfrentar los cargos, pero que la Fiscalía montó un “show” con él.

El 15 de octubre de 2004, Rodríguez fue recibido por oficiales que lo esposaron en la escalinata del avión y lo llevaron directamente a la Fiscalía. Un juez lo remitió cinco meses a prisión y posteriormente fue enviado a su domicilio a cumplir la detención preventiva por problemas de salud.

Rodríguez, acusado por los delitos de concusión y enriquecimiento ilícito, fue vinculado con las regalías de Alcatel por uno de sus más cercanos colaboradores políticos, el ex directivo del ICE José Antonio Lobo.

Lobo confesó a las autoridades que recibió casi dos millones de dólares de “premio” y que Rodríguez, quien era presidente de la República en ese entonces, le pidió el 60% de esa comisión proveniente de Alcatel.

Esas revelaciones desencadenaron uno de los mayores escándalos políticos en la historia de Costa Rica.

El denominado caso ICE-Alcatel juzgará también a Eliseo Vargas, ex presidente ejecutivo de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).

Vargas, también procesado por recibir supuestas donaciones relacionadas con la compra de equipo médico a una empresa de Finlandia, en una causa en la que también fue involucrado el ex mandatario Rafael Angel Calderón (1990-1994).

Calderón estuvo en prisión y en octubre fue condenado a cinco años de cárcel por el delito de peculado (desviar fondos públicos), sentencia que le impidió su postulación a las elecciones presidenciales del 7 de febrero pasado.