La diputada Cristina Girardi, junto a las madres de niños que han sufrido daños cognitivos y neurológicos tras recibir las vacunas obligatorias del programa del Ministerio de Salud, solicitan a las autoridades de la cartera retirar este medicamento por contener altas dosis de ethyl de mercurio altamente dañino para las personas.

En este sentido, la subsecretaria de Salud, Liliana Jadue, señaló que no existe estudio que verifique la relación entre el medicamento y los problemas de los niños.

Luego de conocer una nueva demanda en contra del Estado por el uso defectuoso de timerosal en las vacunas obligatorias que reparte el Ministerio de Salud, la diputada del PPD Cristina Girardi respaldó a las familias afectadas y señaló que las apoyará en su proceso judicial.

Según explicó la diputada, estas vacunas tienen altas dosis de timerosal, es decir, un preservante usado en vacunas y que contiene un 49,5% de mercurio.

En este sentido, la parlamentaria sostuvo que este preservante ha traído trastornos cognitivos, de desarrollo y neurológicos a un gran número de usuarios del país, a lo que además se suma un aumento de casos de autismo a causa de esta inyección con gran porcentaje de mercurio.

Cabe recordar que el mercurio es el segundo metal pesado más peligroso para el ser humano después del uranio.

Es por esto, que entre 1999 y 2000 este medicamento fue removido del uso de vacunas infantiles y para embarazadas en Estados Unidos tras sus peligrosas consecuencias. Sin embargo, aún se sigue utilizando en Chile.

De esta manera, Carmen Gloria Chaigneao, quien realizó la primera demanda en contra de las autoridades de salud por el uso defectuoso de este medicamento en agosto de 2009, señaló que en Chile existe la posibilidad de entregar otro tipo de vacunas pero al parecer no se reparten por sus altos costos.

Ante estas denuncias, la subsecretaria de Salud, Liliana Jadue, indicó que no todas las vacunas contienen timerosal, por lo que no tienen nada que retirar del sistema de vacunación. Además no habría estudio verídico que confirme la relación de los problemas neurológicos con el preservante.

Hasta la fecha, existen dos demandas en contra del Estado a causa de los traumas que ha generado esta vacuna que se coloca entre los 2 meses y los 4 años de edad, pero hasta ahora el proceso judicial se encuentra paralizado sin lograr detener el uso de este preservante.