El fuerte sismo que sacudió la remota provincia de Qinghai, en el noroeste de China, quitó la vida a cerca de 400 personas y dejó sepultadas a “muchas” otras, informó la agencia oficial Nueva China.

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“Al menos 300 personas murieron y muchas otras están sepultadas bajo los escombros”, indicó la agencia.

“Se ha enviado soldados para salvar a la gente que ha quedado sepultada por los escombros de las viviendas”, dijo un responsable local, Huang Limin, citado por Nueva China.

El terremoto, ocurrido en esta región cercana al Tibet y escasamente poblada, fue de una magnitud de 6,9 según el Instituto Geofísico estadounidense (USGS), y de 7,1 según los servicios sismólogicos chinos.

El sismo se produjo a las 7H49 locales (23H49 GMT del martes) y tuvo su epicentro a 380 km al sur sudeste de la ciudad de Golmud, a una profundidad de 46 km, indicó el USGS.

El fenómeno fue seguido de tres réplicas, de una magnitud de hasta 5,8 grados, precisó el instituto norteamericano.

Esta zona es escenario de frecuentes sismos. Está poblada por campesinos y nómadas de etnia mongol y tibetana y dispone de importantes reservas de carbón, plomo y cobre.

Para medir la potencia de un sismo, el USGS utiliza la “magnitud del momento” (Mw). En esta escala abierta, un sismo que alcanza una magnitud de al menos 6 es considerado como fuerte.

En agosto del año pasado, un sismo de 6,2 sacudió Golmud y desplomó una treintena de viviendas, sin causar muertes.

El peor terremoto en China en los últimos años fue uno de 8 de magnitud, en mayo de 2008, que dejó al menos 87.000 muertos o desaparecidos, en la provincia de Sichuan, no lejos de la zona castigada este miércoles.