El canciller de Brasil, Celso Amorim, afirmó ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU) que la embajada de su país en Honduras se encuentra bajo “asedio”, esto debido a que en ese lugar se encuentra refugiado el depuesto Presidente hondureño, Manuel Zelaya.

En la oportunidad, Celso Amorim pidió a las autoridades hondureñas que respeten la Convención de Viena sobre la inviolabilidad de las sedes diplomáticas.

A juicio del representante del gobierno brasileño, la legación “ha sido sometida a hostigamientos e intimidación por parte de las autoridades del Gobierno de facto. La electricidad, el acceso al agua y la conexión telefónica fueron cortados, las comunicaciones por teléfono celular fueron bloqueadas”, denunció en un informe al Consejo de Seguridad, reunido para analizar el tema de Honduras.

“Brasil categóricamente rechaza todas las amenazas contra nuestra embajada, y la seguridad del Presidente Zelaya y todos aquellos bajo su protección”, expresó el canciller, quien agregó que “cualquier acción contra la embajada de Brasil, su personal o la gente que los proteja ha de considerarse una seria violación” a las normas que resguardan la inviolabilidad de las misiones diplomáticas, enfatizó.

La ONU ha expresado su preocupación por la situación en Honduras y pedido una solución negociada. Apoya las gestiones de la Organización de los Estados Americanos (OEA), que buscan el retorno de Zelaya al poder y la convocatoria de elecciones.

(UPI)