Justo cuatro semanas después de que se registraran dos muertes en el Hospital Félix Bulnes y tras fuertes presiones, el director del Servicio de Salud Metropolitano Occidente, Enrique Ayarza, decidió presentar su renuncia, la que fue aceptada por el Ministerio

La decisión fue dada a conocer por el Ministro de Salud, Álvaro Erazo, quien agradeció el gesto e informó que su cargo será ocupado por la, hasta ahora, subdirectora médica del servicio, Carolina Cerón, quien asumirá en calidad de subrogante.

Además, aseguró que no solicitará nuevas auditorias y que todos los antecedentes recopilados hasta la fecha serán puestos a disposición de los tribunales de justicia, para que formen parte de la investigación de la Fiscalía.

Como era de esperar, la noticia causó inmediatamente polémica en el mundo político, en el cual Erazo fue alabado y criticado por los parlamentarios. El primero en disparar fue el diputado de RN, Roberto Sepúlveda.

Y mientras Sepúlveda valoró la decisión, el senador DC y miembro de la Comisión de Salud de la cámara alta, Mariano Ruiz Esquide, aseguró que el Ministerio actuó presionado y que se debería haber esperado el término de la investigación.

Su par del PPD, Guido Girardi, sostuvo que si bien es bueno que Ayarza haya asumido su responsabilidad política, el tema de fondo, la falta de recursos del sistema público, no se soluciona con su salida.

A esto se suma la suspensión de tres médicos y una matrona del Hospital Félix Bulnes, que a juicio del presidente del Colegio Médico, Pablo Rodriguez, deberían ser restituidos en sus cargos, porque, hasta el momento, no se ha comprobado su responsabilidad en los hechos.

Los afectados son un ginecobstetra, un anestesiólogo y una doctora de la unidad de tratamientos intensivos, a los que se suma la químico farmacéutica, Vania Tartovsky, quien fue la primera suspendida.