Con gran expectación sigue el empresariado la posibilidad de que Chile ingrese a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE), entidad que agrupa a países desarrollados y que se está abriendo a algunas selectas economías emergentes, como es el caso de Chile, lo que se podría concretar a comienzos del próximo año.

Desde el año 2001, en el gobierno de Ricardo Lagos, que Chile intenta formar parte de la OCDE, pero todavía quedan algunas trabas para ello. Las mejoras en los gobiernos corporativos privados y públicos son dos de esos aspectos, pero el que se ha convertido en el principal escollo es el levantamiento del secreto bancario para algunos casos.

Ayer, la Cámara de Diputados aprobó un proyecto en tal sentido, que permite al Servicio de Impuestos Internos acceder a esa información bancaria si es que cuenta con la aprobación del cuentacorrentista o, en su defecto, si cuenta con una orden judicial en tal sentido.

Klauss Schmidt-Hebbel, economista chileno ex jefe de la OCDE, explicó que el país se beneficiará del acceso a los expertos mundiales en políticas públicas de todo orden si ingresa a la organización.

Adicionalmente, Schmidt-Hebbel estima que al ingresar a la OCDE, Chile tendrá mayor credibilidad en sus políticas públicas, lo que atraerá mayores inversiones extranjeras y un acceso a crédito a niveles más bajos, debido a un inferior riesgo soberano.