El comandante en jefe del Ejército, Óscar Izurieta, reiteró su preocupación por los dos ex miembros de la institución castrense procesados por recibir comisiones indebidas durante la compra de 200 tanques Leopard 1 a Holanda.

Se trata del general Luis Iracabal Lobo y el brigadier Gustavo Latorre, ambos en retiro, quienes habrían recibido 298 mil dólares cada uno, para facilitar la compra de los vehículos militares en 1998.

Izurieta fue enfático  al decir que la institución rechaza tajantemente cualquier pago indebido por la compra de material armamentístico y  que es necesario que la justicia establezca las responsabilidades en los hechos.

El alto mando señaló al respecto que han puesto a disposición de la Justicia todos los antecedentes del caso y que el Ejército no puede sentirse manchado por lo que hizo un grupo de personas hace algunos años atrás.

De acuerdo con los antecedentes de la investigación, los dineros de las coimas fueron transferidas a dos empresas creadas en 1991 y 1993 por el ex albacea de Augusto Pinochet, Óscar Aitken. Este último habría recibido el 3% del total de la venta bajo el título de asesorías de márketing.

Luego de ser notificados los militares fueron detenidos y trasladados al batallón de Policía Militar de Peñalolén.