El golpe de Estado en Honduras tuvo un inmediato rechazo generalizado tanto en la comunidad internacional como en Chile.

La presidenta Michelle Bachelet a nombre del Gobierno de Chile y de Unasur llamó a restablecer el orden institucional reponiendo en su cargo al presidente José Manuel Zelaya.

El presidente del Senado chileno y titular de la UPLA, Jovino Novoa, aunque condenó el golpe lamentó también el -a su juicio- mal ejemplo del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, que se extiende a otros países.