Donald Trump se mantiene activo. Al menos, eso demuestra en medio del juicio político en su contra, emprendido por los demócratas, empeñados en probar que el mandatario habría condicionado ayuda a Ucrania a cambio de que investigara a su posible rival político en las urnas, Joe Biden.

El panorama es complicado pero el presidente estadounidense se dio a la tarea de mostrarle al mundo que con un plan de su autoría, Israel y Palestina pueden llegar a la paz, pese a lo histórico de un conflicto que es también bíblico.

Los principales puntos de la iniciativa “destinada al fracaso”

Desde que se revelaron las líneas principales del plan, la prensa internacional ya hablaba de más puntos en contra que a favor. Básicamente, Trump ofrece mucho a Israel y muy poco a Palestina.

En primer lugar, los palestinos no fueron incluidos en la elaboración del plan. Llamó la atención, además, que el anuncio fue hecho por Estados Unidos e Israel en la Casa Blanca.

No hubo representación del gobierno palestino al momento de ser revelado. De hecho, medios como BBC describen el momento como una fiesta, con aplausos, gritos y risas, pero sin uno de sus protagonistas principales.

Se ventila en la propuesta la creación de un “Estado Palestino” con su capital actual en Jerusalén Oriental, pero los palestinos deben reconocer los territorios ocupados por Israel, algo que elevó de inmediato el grito en el cielo de una de las partes.

El ausente presidente en la cita, Mahmud Abás, declaró: “Les digo a Trump y Netanyahu: Jerusalén no está a la venta, todos nuestros derechos no están a la venta ni a cambio de una ganga. Y su acuerdo, esta conspiración, no pasará”.

Fue un rotundo rechazo, en un discurso televisado para sus connacionales palestinos, tras revelada la idea central que tiene Trump: el “Estado Palestino” con Jerusalén Oriental como capital, pero que la Ciudad Santa siga siendo la capital israelí. Inevitablemente, eso generó rechazo mundial pero sobre todo desde el lado palestino.

Hablando de críticas, otro de los puntos que las generó, fue que el acuerdo contempla la anexión del Valle del Jordán a Israel.

Se trata de una llanura agrícola, que representa el 30% de Cisjordania ocupada, con importantes recursos acuíferos y militarizada por los israelíes desde La Guerra de los Seis Días en 1967.

Agencia France-Presse
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Oficialmente, según el acuerdo, pasaría a ser de Israel, otorgándole territorio extra cerca de la frontera con Jordania. Pero Trump olvidó o ignoró, que buena parte de la comunidad internacional se ha manifestado en contra de esa ocupación ocurrida hace 53 años.

El presidente de Turquía Recep Tayyip Erdogan calificó este pasado miércoles de “absolutamente inaceptable” el plan estadounidense.

“Jerusalén es sagrada para los musulmanes. El plan que quiere entregar Jerusalén a Israel es absolutamente inaceptable”, sentenció Erdogan.

Arabia Saudita dijo que “aprecia” los esfuerzos de Trump e instó a negociaciones directas entre israelíes y palestinos, mientras que Irán lo consideró “la traición del siglo”.

Francia insistió el miércoles en la necesidad de una solución con dos estados que respete el derecho internacional

En cambio, la Casa Blanca cree que el plan propone un estado palestino “desmilitarizado”, con fronteras muy alejadas de lo que aspiran los palestinos, a saber la totalidad de los Territorios ocupados por Israel en 1967.

Compara el mapa de los territorios actuales, con los del “Plan del “Siglo” de Trump.

AFP
AFP

Las protestas que desató el acuerdo

Desde que se supo el contenido central de la propuesta de Trump, el descontento palestino creció como reguero de pólvora, generando protestas en las zonas de la discordia.

Miles salieron a las calles en Gaza y cerca de Cisjordania ocupada para protestar por el plan de paz de EEUU.

“Abajo Israel y abajo Estados Unidos”, era la consigna gritada hasta por niños en las protestas que generaron enfrentamientos con militares israelíes.

Una de las imágenes más significativas de las protestas, fue la de un niño palestino haciendo la ‘V’ de la victoria delante de unos neumáticos en llamas.

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Banderas negras desde Chile

La Comunidad Palestina de Chile no perdió oportunidad para pronunciarse por los anuncios que Trump hizo el pasado martes en la Casa Blanca, además de colocar banderas negras que en el frontis del Club Palestino, en señal de protesta

A través de un comunicado, publicado en federacionpalestina.cl aseguran que “El Plan del Siglo“ desde EEUU, es “una imposición que pretende por un lado invisibilizar y negar la existencia histórica, política y jurídica de Palestina y, por otro lado, proteger, promover y legitimar las acciones ilegales israelíes que día a día están alterando la composición demográfica, el carácter y el estatuto del Territorio Palestino Ocupado”.

Esta comunidad asegura que el anuncio sirve como distractor al actual juicio que enfrenta el primer ministro Benjamín Netanyahu.

“El anuncio no es más que un apoyo a la administración de Netanyahu, justo durante la semana en que el Parlamento de Israel (Kneset) aborda su inmunidad tras estar imputado en graves casos de corrupción, y de cara además a la tercera elección israelí en menos de un año del mandatario, quien no ha logrado formar gobierno”.

Tanto Trump (con el impeachment), como su par israelí, enfrentan juicios políticos en su contra. Aún así el pasado martes se mostraron dispuestos a obviar por instantes esa parte de su vida política, aparentemente, sin imaginar las críticas y oposición que generaría la propuesta, incluso desde Sudamérica.

El “acuerdo”, “busca continuar favoreciendo la colonización de Palestina por parte de Israel, transformando una ocupación temporal en permanente”, insistió la Comunidad Palestina en Chile.

La misiva incluye un llamado al gobierno chileno “para que condene con fuerza este anuncio”, ya que, a su juicio, atenta contra la credibilidad y legitimidad del sistema jurídico internacional, en el marco del respeto a las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad de la ONU.

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