La justicia francesa ratificó la decisión de negarle la ciudadanía francesa a una mujer de Argelia que no quiso estrecharle la mano a un representante de la prefectura durante su ceremonia de nacionalización, según un fallo consultado el jueves por la Agence France-Presse.

El Consejo de Estado, la más alta instancia administrativa francesa, había sido interpelada por esta mujer, casada con un francés desde 2010, que consideró como un “exceso de poder” el decreto del primer ministro, de abril de 2017, que le negaba la naturalización.

Diez meses antes, en junio de 2016, la argelina, “de forma expresa”, rechazó estrecharle la mano al secretario general de la prefectura de Isère (este de Francia) y a un representante electo de un pueblo de ese departamento, durante la ceremonia de nacionalización francesa organizada en la prefectura.

Argumentó “convicciones religiosas” para justificar su actitud, que según los servicios gubernamentales “impedía que [la mujer] pueda ser vista como asimilada a la comunidad francesa”.

“Considerando un comportamiento así, en un lugar y un momento simbólicos, suponía una falta de asimilación, el primer ministro no aplicó de forma inexacta” el Código Civil, consideró el Consejo de Estado en su decisión, con fecha 11 de abril.