Portugal decidió reducir el número de eucaliptos, un árbol muy presente en su territorio, ante los cuestionamientos sobre la explotación de esta especie tras los mortíferos incendios del mes pasado.

Esta medida forma parte de la amplia reforma de los bosques lanzada por el gobierno socialista, que llevó este miércoles al voto en el Parlamento de tres textos de ley.

La reforma era objeto de discusiones parlamentarias desde abril, es decir, ya antes del inmenso incendio forestal que arrasó la región de Pedrogao Grande (centro) entre el 17 y el 22 de junio y que dejó 64 muertos y más de 250 heridos.

Ante el impacto provocado por este drama, el primer ministro, Antonio Costa, pidió a los diputados adoptar una reforma “consensuada” para “evitar nuevas catástrofes y responder a los desafíos planteados por la revitalización del interior del país y la reordenación de los bosques”.

“No podemos seguir reclamando el fin del monocultivo de eucalipto y negarnos a frenar su expansión porque tememos el impacto que eso tendrá en la industria del papel”, que representa un 4,9% de las exportaciones portuguesas, subrayó la semana pasada.

La oposición de derecha votó contra los textos examinados este miércoles, pero el gobierno y sus aliados de la izquierda radical habían alcanzado un acuerdo que permitió adoptar nuevas reglas sobre las explotaciones de eucaliptos.

Dichas normas plantean una congelación, seguida de una reducción gradual de la superficie total en la que los productores de madera tendrán autorización para replantar eucaliptos.

Según los datos más recientes, del Instituto para la Conservación de la Naturaleza y los Bosques (ICNF), el eucalipto es la especie forestal más importante de Portugal, con una superficie de 812.000 hectáreas en 2010.

Los otros dos textos adoptados este miércoles se refieren al refuerzo de las medidas de prevención de incendios y la creación de un catastro simplificado.