El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se refirió este jueves desde la Casa Blanca al tiroteo ocurrido en una escuela secundaria en Florida, en el que fallecieron 17 personas.

Trump ya había exigido saber cómo un estudiante “perturbado” y obsesionado por las armas de fuego logró llevar a cabo una masacre el miércoles en la escuela Marjory Stoneman Douglas de la localidad de Parkland, a unos 80 km de Miami.

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Luego de comprometer su apoyo a la comunidad local, el mandatario anunció su visita a la escuela donde ocurrió el trágico hecho.

“Estoy haciendo planes para visitar Parkland, para reunirme con familiares”, dijo el presidente en un pronunciamiento a la nación luego de la masacre, pero en el que evitó -a pesar de las múltiples presiones- hacer cualquier referencia a la legislación vigente sobre acceso a armas de fuego.

“Estamos comprometidos en trabajar con líderes estatales y locales para ayudar a hacer que nuestras escuelas sean seguras y enfrentar el difícil asunto de la salud mental”, expresó el mandatario.

Trump dijo que Estados Unidos debe ahora “trabajar en conjunto para crear una cultura en nuestro país que abrace la dignidad de la vida, que cree conexiones humanas profundas y significativas”.

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El presidente estadounidense adelantó que aún este mes mantendrá reuniones con gobernadores y fiscales para “tornar seguras nuestras escuelas y proteger nuestras prioridades”.

Ya en un mensaje que había publicado en la mañana en la red social Twitter, Trump había atribuido la matanza a un problema mental del atacante y la relacionó con la falta de vigilancia en esos casos.

“Tantos signos de que el tirador de Florida era un perturbado mental, expulsado incluso de la escuela por su mala y errática conducta. Los vecinos y los compañeros de clase sabían que era un gran problema”, escribió.