El alcalde del poblado rural boliviano de San Buenaventura, Javier Delgado, quien enfrenta un proceso revocatorio de su mandato edilicio, fue aprisionado durante una hora en un cepo en una suerte de justicia comunitaria durante la jornada del domingo.

La pierna derecha de Delgado fue atrapada en un cepo acusado de haber “incumplido distintos compromisos” con la población y porque cuando las autoridades locales piden audiencia “no les atiende con prioridad”, explicó un vecino, Fidel Daniel Salvador, a Radio Fides.

Según el reporte, el jefe comunal ya había sido sancionado dos veces por la comunidad de San José de Uchupiamonas, bajo la jurisdicción de San Buenaventura, debido al supuesto incumplimiento de sus funciones y por presuntamente haber mentido a sus electores.

Imágenes del domingo en el portal de Radio Fides muestran a Delgado con la pierna atrapada en el cepo y con la población a su alrededor.

Los pueblos indígenas bolivianos se guían por los principios éticos de “ama qhuilla, ama llulla, ama suwa (no seas flojo, no seas mentiroso, no seas ladrón)” y el concepto de la “justicia comunitaria”, reconocidos en la Constitución de 2009.

Aunque el cepo no forma parte de la justicia comunitaria, como sí lo hacen sanciones menores como multas o trabajos impuestos, en muchas ocasiones los pobladores del área rural suelen ir más allá llegando hasta a linchar a los ladrones quemándolos vivos.

La Ley sólo permite a los comuneros juzgar bajo sus propias normas los delitos menores, como robo de ganado e invasión de tierras, pero los casos graves deben ser derivados a la Justicia ordinaria.

Radio Fides
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