Andrew Taylor padecía depresión y era un adicto a la comida. Sin embargo, una decisión drástica en su alimentación lo ayudó a combatir sus kilos “de más” y su padecimiento psicológico, o así lo asegura, según cuenta el portal de entretención PlayGround.

El joven oriundo de Melbourne (Australia) optó por dejar todo tipo de alimentos y sólo ingerir papas (con especias y leche de soja con calcio). Cocidas, fritas, al horno; como sea, pero eliminó cualquier otro tipo de comida. Es así como comenzó una dieta basada sólo en esta verdura, consumiendo entre 3 y 4 kilos diarios.

Todo comenzó en 2016 cuando Andrew pesaba 151.7 kilogramos y no podía controlar su comida. “Tengo que reconocer que tengo problemas controlando lo que como. Pienso en mí mismo como un adicto a la comida. Y mientras que un adicto a las drogas o al alcohol, que lo mejor que puede hacer es dejarlas, por desgracia esto no es posible con la comida: hay que comer. Así que pensé qué podía hacer y dije que podía escoger una única comida y solamente comer eso”, expresaba en ese entonces.

Andrew Taylor
Andrew Taylor
Andrew Taylor
Andrew Taylor

Así empezó el “Reto de la papa” y se mantuvo 313 días en ello. Según cuenta al portal inglés The Independent, logró perder 55,2 kilógramos con esta dieta hasta el sexto mes, cuando comenzó a andar en bicicleta.

“Obtengo el 600% de mis necesidades diarias de hierro y más del 400% de vitamina C, además de montones de fibra, todas las cosas que los llamados expertos me dijeron que tendría bajas hoy”, expresa en el portal, y asegura que su salud “no hace más que mejorar”.

“Tenía el colesterol alto pero ahora ha bajado, mi presión arterial también, igual que mis niveles de azúcar. Cada vez que me hago un análisis de sangre, sale mejor”, asegura el hombre. “Ha sido el mejor año de mi vida”, destaca.

Efectos en la salud

Taylor ya dejó su dieta y ahora es un “maestro de la comida”, según señala, aunque reconoce no quiere “convencer a nadie que siga su método”, a pesar de todos los beneficios que produjeron en él.

En esta línea, la nutricionista Jessica Gutiérrez del Pino, de SaludNutritiva, dijo al portal español que Andrew sigue “una dieta deficitaria”. “No hay ningún alimento que por sí solo pueda completar una alimentación equilibrada”, subraya.

“Una dieta equilibrada nunca va a partir de la toma de un solo macronutriente, sino de un conjunto de ellos. En este caso, la patata carece de las grasas saludables y otros minerales como el fósforo o la vitamina b12 que necesitamos en nuestra alimentación”, relata.

Papas | Pixabay (CC0)
Papas | Pixabay (CC0)

“Y lo que es más: no debemos hablar de macros o micronutrientes sino de comida real, variando el grupo de alimentos en nuestra alimentación para que ésta pueda ser equilibrada. Esta, junto con un estilo de vida saludable, es la única manera de salir del ciclo obesogénico en el que nos movemos. Porque cualquier dieta que sea restrictiva y que nos aleje de una situación llevadera en nuestro día a día a lo largo del tiempo, se abandona, y volvemos a recuperar rápidamente el peso perdido, posiblemente con complicaciones en nuestra salud”, asevera la experta.

El niño que perdió la visión por comer papas

Una dieta altamente restrictiva es la causa que dejó a un niño canadiense con la visión gravemente afectada, hecho que ha llamado la atención a la comunidad científica, quienes advierten de la importancia de no dejar de consumir vitamina A.

Los padres del menor de 11 años lo llevaron al hospital, tras ocho meses de deterioro progresivo de la vista. Cuando los médicos lo examinaron se dieron cuenta de que él podía ver los movimientos de las manos sólo cuando estuvieran a menos de 30 centímetros de su cara.

Livescience
Livescience

La capa exterior de sus ojos estaba severamente seca, dijo el Dr. Eyal Cohen, pedriatra del Hospital para Niños Enfermos de Toronto. Esta sequedad severa puede conducir a una acumulación de material en la córnea, llamado manchas de Bitot, consignó el sitio especializado en ciencias Live Science.

El niño tenía múltiples alergias alimentarias y eczema, según el diario Jama Pediatrics. Y debido a las preocupaciones de que ciertos alimentos pudieran desencadenar un brote de eczema, la dieta del niño se limitaba a papas, cerdo, cordero, manzanas, pepinos y Cheerios.