Encontrarse con un insecto en la comida es una de las experiencias más desagradables que puede enfrentar la persona que se apresta a satisfacer su hambre.

Es lo que varios consumidores han experimentado en los últimos dos meses, elevando sus quejas contra las empresas arroceras. Tucapel y Miraflores (de Carozzi) son las marcas más mencionadas por quienes han tenido la mala suerte de toparse con “gusanitos” o larvas al interior de paquetes de arroz.

Usuarios de BioBioChile reportaron que incluso después de pasar por este mal momento, a la semana siguiente han vuelto a toparse con larvas en el arroz tras realizar una nueva compra.

A la fecha la Seremi de Salud Metropolitana, área en donde operan las dos empresas citadas, ha recibido ocho solicitudes de fiscalización por presencia de larvas.

La primera conclusión que se podría sacar es que, además de tener una mala suerte tremenda, la culpa sería de las empresas. De hecho, la Autoridad Sanitaria recalca que la infestación puede generarse durante el procesado, envasado, y en cualquier punto de la cadena alimentaria.

Sin embargo, el foco del problema puede estar mucho más cerca de lo que creemos.

Cedida a BioBioChile

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Vecinos invasores veraniegos

La mayor parte de los casos documentados en nuestro país corresponde a la polilla de la harina -Plodia interpunctella-, cuya población se incremente especialmente en la primavera y el verano.

Es muy común que este tipo de polilla invada nuestros hogares y las despensas. Éstas son capaces de perforar los envases, donde depositan sus huevos que después pasarán a ser larvas y terminarán por quitar todo indicio de hambre en el comensal.

La atención, entonces, debe estar centrada en los puntos de nuestros hogares donde guardemos el arroz, la harina o cualquier cereal que esté incluido en la dieta de esta molesta polilla. Pero también los almacenes en general deben estar al tanto de las precauciones.

¿Y cómo se mata el “gusano”?

La limpieza en los lugares de almacenamiento es vital para evitar la aparición y proliferación de los “gusanitos”. Según consigna Página 7, emplear recipientes (plásticos o de vidrio) son una alternativa efectiva para resguardar los alimentos.

Asimismo, se recomienda deshacerse de inmediato de toda la comida donde se advierta la presencia de larvas. Por mucho que lamentes botar el arroz, es tu deber erradicarlo del hogar para evitar que siga generando daño.

Aspirar las despensas, limpiar con agua caliente y jabón e inspeccionar la casa para buscar indicios de la polilla son acciones que contribuirán a su erradicación. O, al menos, a que no aparezcan sorpresivamente como un acompañamiento exótico en nuestros platos.

La Seremi de Salud Metropolitana, además, indica que los consumidores pueden llevar el productos contaminado a su Oficina de Atención de Usuarios -Paseo Bulnes 194- para evaluar su ingreso al laboratorio de Salud Ambiental e instruir una visita inspectiva.

Devoluciones

Desde la Empresa Tucapel indicaron a BioBioChile que si bien esto corresponde a un problema de almacenamiento ajeno a la producción, “es indispensable no desentenderse del problema” y, por ello, han optado por entregar respuestas directas a sus clientes.

Para estos efectos se inicia un análisis de trazabilidad, se comprueba la fecha de producción y el lote del producto afectado y se verifica la certificación del control de plagas.

Una vez finalizada esta etapa, se comprueba si el insecto corresponde a la denominada polilla de la harina y se responde a quienes hayan tomado contacto directo con la empresa.

En este marco, algunos clientes han señalado que la misma empresa se hizo cargo de reponer los productos dañados.

En una declaración pública, Tucapel negó “cualquier tipo de infestación de plagas en nuestras plantas”.

“El ciclo de transformación de huevo a polilla no supera los 26 días en el caso de la Plodia interpunctella y 35 días en la Ephestia kuehniella cuando hay altas temperaturas. Al comprar el producto, generalmente su fecha de elaboración es superior a ese periodo de tiempo. Es decir, el producto no viene infestado de fábrica, ya que de ser así encontraríamos el insecto en su estado de polilla“, consigna el texto.

Por ser un problema que no se genera en la etapa de producción, el asunto no es de competencia del Servicio Agrícola y Ganadero, desde donde descartaron haber recibido alguna denuncia en esta materia.