Grafitis expresan el dolor y la esperanza de París tras los atentados

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“¡Besos cariñosos desde un París que sigue vivo!” es uno de los muchos mensajes realizados por grafiteros anónimos en las calles aledañas a los locales golpeados por los atentados del viernes 13 de noviembre según informó AFP.

En otra calle, un corazón pintado con los colores azul, blanco y rojo de la bandera francesa pide ¡Amor! y dice “París, Paz, París”. Varias pintadas reproducen en francés y en latín el lema de la capital de Francia “Fluctuat nec mergitur” (Batida por las olas pero jamás hundida).

Con un ánimo sombrío marcado por los atentados reivindicados por el grupo yihadista Estado Islámico (EI) y por el estado de emergencia que rige desde entonces, los grafitis abren una vía de comunicación en París.

“París sigue de pie”, “Sí a la vida” o “Nunca tendrán nuestro corazón”… Las paredes hablan.

Tras los atentados que dejaron 130 muertos y 350 heridos, el semanario Charlie Hebdo, blanco en enero de un atentado yihadista que causó 11 muertos en sus locales, tituló “Ellos tienen las armas, nosotros el champán”.

En uno de los arcos de Strasbourg Saint-Denis una pintada replica con un dibujo de un espumante gigante cosecha 1986, que llama a beber para “para olvidar”.


Ciudad de la Luz en sombras

En el exterior del restaurante Le Petit Cambodge, donde murieron 14 personas, hay un poema anónimo titulado “La Ciudad de la Luz en sombras” que rinde un homenaje a las víctimas. “La Ciudad de la Luz permanece en sombras; con el corazón encogido de emoción y miedo, escuchamos cómo París se llena de llanto mientras nuestros hermanos mueren en la penumbra”.

No lejos de ahí, se encuentra una pared pintada que muestra una figura humana que tira un arma. “Si quieren una guerra, háganla en sus corazones. Lenguas viperinas, déjennos la alegría”, dice la leyenda retomando las estrofas de una canción infantil.

Varios muros están empapelados con la reproducción de la célebre foto de una pareja besándose frente al Ayuntamiento de París tomada por Robert Doisneau en 1950, con distintos mensajes de esperanza.

Pese a que ambos amantes aparecen heridos con un hilo de sangre que brota de sus corazones, los textos acompañan a la imagen llamando al optimismo.

“No tendrán nuestro odio”, dice una reproducción de la imagen, símbolo del romanticismo y del aura mágica de la capital después de la Segunda Guerra Mundial.

En París, una ciudad que a veces reniega de símbolos como la Torre Eiffel, que la considera un tópico para los turistas, hay un cartel colgado en un comercio de la zona representa el emblema como un farol de esperanza.

“La Torre Eiffel es un modelo (…) Ha visto guerras, atentados, criminales (…) Pero en la oscuridad, su luz sigue brillando”, reza el texto.

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“¡Besos cariñosos desde un París que sigue vivo!” es uno de los muchos mensajes realizados por grafiteros anónimos en las calles aledañas a los locales golpeados por los atentados del viernes 13 de noviembre según informó AFP.

En otra calle, un corazón pintado con los colores azul, blanco y rojo de la bandera francesa pide ¡Amor! y dice “París, Paz, París”. Varias pintadas reproducen en francés y en latín el lema de la capital de Francia “Fluctuat nec mergitur” (Batida por las olas pero jamás hundida).

Con un ánimo sombrío marcado por los atentados reivindicados por el grupo yihadista Estado Islámico (EI) y por el estado de emergencia que rige desde entonces, los grafitis abren una vía de comunicación en París.

“París sigue de pie”, “Sí a la vida” o “Nunca tendrán nuestro corazón”… Las paredes hablan.

Tras los atentados que dejaron 130 muertos y 350 heridos, el semanario Charlie Hebdo, blanco en enero de un atentado yihadista que causó 11 muertos en sus locales, tituló “Ellos tienen las armas, nosotros el champán”.

En uno de los arcos de Strasbourg Saint-Denis una pintada replica con un dibujo de un espumante gigante cosecha 1986, que llama a beber para “para olvidar”.


Ciudad de la Luz en sombras

En el exterior del restaurante Le Petit Cambodge, donde murieron 14 personas, hay un poema anónimo titulado “La Ciudad de la Luz en sombras” que rinde un homenaje a las víctimas. “La Ciudad de la Luz permanece en sombras; con el corazón encogido de emoción y miedo, escuchamos cómo París se llena de llanto mientras nuestros hermanos mueren en la penumbra”.

No lejos de ahí, se encuentra una pared pintada que muestra una figura humana que tira un arma. “Si quieren una guerra, háganla en sus corazones. Lenguas viperinas, déjennos la alegría”, dice la leyenda retomando las estrofas de una canción infantil.

Varios muros están empapelados con la reproducción de la célebre foto de una pareja besándose frente al Ayuntamiento de París tomada por Robert Doisneau en 1950, con distintos mensajes de esperanza.

Pese a que ambos amantes aparecen heridos con un hilo de sangre que brota de sus corazones, los textos acompañan a la imagen llamando al optimismo.

“No tendrán nuestro odio”, dice una reproducción de la imagen, símbolo del romanticismo y del aura mágica de la capital después de la Segunda Guerra Mundial.

En París, una ciudad que a veces reniega de símbolos como la Torre Eiffel, que la considera un tópico para los turistas, hay un cartel colgado en un comercio de la zona representa el emblema como un farol de esperanza.

“La Torre Eiffel es un modelo (…) Ha visto guerras, atentados, criminales (…) Pero en la oscuridad, su luz sigue brillando”, reza el texto.

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