La presidenta de la República, Michelle Bachelet, reconoció que el Gobierno mantiene ciertas restricciones económicas dado que las estimaciones en las que se basó en programa de su mandato cambiaron producto de diversos factores.

Sin embargo, en una entrevista con el diario La Tercera, aseguró que “no está en cuestión la gratuidad universal en educación. Lo que sí, a lo mejor, no lo vamos a poder cumplir en los seis años que dijimos, sino que demorará un poquito más”.

“No puedo imaginar por qué alguien estaría en contra de que tengamos educación de calidad y gratuita para todos los jóvenes de Chile. Hay personas que no están de acuerdo con el 100% [...] Pero la gran mayoría sí lo está”.

Junto con esto, la mandataria fue enfática en señalar que las reformas lideradas por su Gobierno favorecen “a los más pobres y vulnerables, pero también a la clase media” y que el rechazo a éstas se debería a que, como autoridades, no han sido capaces “de expliar de mejor forma de qué manera esos cambios van a ser beneficiosos en sus vidas”.

Baja aprobación

“Los temas de la política y los negocios hicieron que al final todos seamos sospechosos de cualquier cosa”, indicó la presidenta.

Bachelet aseguró que en distintas actividades “la gente me pide que siga adelante [...] Eso me pasa en terreno, también me nutre. No me puedo alimentar tan sólo de las encuestas, de los análisis de prensa o de lo que un grupo determinado piensa o señala”.

“Las personas siguen sacándose fotos y selfies conmigo. Los parlamentarios, los alcaldes, siguen expresándome mucho cariño. Pero habrá gente que, sin duda, me preferiría con niveles de popularidad más altos [...] ¿Sabe cuál es el riesgo de una persona que toma decisiones basada en las encuestas? De perder el norte o caer en el populismo. Por ejemplo, si la gente no quiere construir un puente, entonces ¿no lo hago, aunque ya se había decidido que era indispensable? Eso no lo voy a hacer”.