El ministro en visita extraordinaria para causas de derechos humanos de la Corte de Apelaciones de Temuco, Álvaro Mesa Latorre, sometió a proceso con prisión preventiva a 14 ex funcionarios del Ejército y de Carabineros, por los delitos de apremios ilegítimos y homicidio calificado en octubre de 1973.

La acción es en contra de Héctor Hernán Moncada Sepúlveda, como autor y cómplice; Roberto Sigisfredo San Martín Pérez, Carlos Alejandro Brunevald Huaiquelao y Miguel Fernando Rubio Diocaretz procesados como coautores; en tanto Hernán Molina Vera, Rafael Laureano Recabal Bascuñán, José Guillermo Garrido Bustos y Sebastián Enrique Muñoz Gangas, como cómplices, y Aldo Castro Tapia, Luis Humberto Casanova Águila, Ernesto Darío Ortega Saavedra, Enrique Segundo Merino Sagardía, Olegario Segundo Alba Martínez y Waldamiro Antonio Rebolledo Burgos como encubridores de las detenciones ilegales y torturas con resultado de muerte que sufrieron cuatro civiles en planteles policiales.

De acuerdo a los antecedentes recopilados en la investigación, Bernardo Nahuelcoy Chihuaicura, militante del Partido Socialista, en octubre de 1973 fue detenido por una patrulla integrada por Carabineros de la Tenencia de Puerto Saavedra y militares, siendo trasladado desde su domicilio a la unidad policial antes indicada.

La resolución agrega que Francisco Segundo Curamil Castillo y su tío Mauricio Huenucoy Antil, también fueron detenidos en la misma fecha por una patrulla militar que se trasladaba en camiones, la que momentos antes había realizado un allanamiento. Curamil y Huenucoy fueron trasladados hasta la Tenencia de Carabineros de Puerto Saavedra.

Asimismo se detalla que Francisco Pascual Porma Cheuquecoy, agricultor del sector Leufuche de Puerto Saavedra y militante del Partido Socialista, fue detenido a fines de septiembre o principios de octubre de 1973 por una patrulla compuesta por Carabineros y militares siendo trasladado a la Tenencia de Carabineros de Puerto Saavedra.

Todos ellos fueron sometidos a interrogatorios y apremios ilegítimos y más tarde fueron subidos a un camión militar y llevados hacia un sector cercano a la costa o a la rivera del río Imperial donde fueron ejecutados por el personal militar que los custodiaba.