El ex seleccionado alemán Thomas Hitzlsperger sacudió hoy uno de los grandes tabúes del fútbol al convertirse en el primer ex jugador de renombre que admite públicamente su homosexualidad en Alemania.

“Lo hago porque me gustaría alentar la discusión sobre la homosexualidad entre los deportistas profesionales”, dijo el ex centrocampista del Stuttgart, la Lazio y el Everton en la nueva edición del semanario alemán “Die Zeit” que se publica mañana jueves.

Hitzlsperger, de 31 años y retirado hace sólo cuatro meses, describió la presión psicológica que afrontó en un ambiente donde la homosexualidad sólo aparece con connotaciones negativas.

“Imagínese: 20 chicos jóvenes se sientan a la mesa a beber”, dijo sobre la relación con sus compañeros. “Uno no tiene más remedio que unirse a la mayoría, siempre que las bromas sobre los homosexuales no sean demasiado ofensivas y tengan alguna gracia”.

También para él mismo aceptar que era homosexual fue “un proceso extenso y complejo”, añadió el retirado deportista, añadiendo que “recién en los últimos años me di cuenta de que prefería convivir con un hombre”, admitió.

Su paso por equipos de Alemania, Italia e Inglaterra le permitió ver hasta qué punto la homosexualidad es un tabú. “En ninguno de esos países se habla del tema, ni siquiera en los vestuarios”.

Hitzlsperger disputó 52 partidos para la selección alemana de 2004 a 2010. Antes de hacer pública su homosexualidad, decidió por eso compartirla con el seleccionador Joachim Löw y con el mánager del equipo, Oliver Bierhoff.

“Thomas tomó la decisión personal de dar este paso y debe ser respetado por todo el mundo en una sociedad abierta”, comentó hoy Löw. En tanto, Bierhoff celebró la valentía del ex jugador: “El hecho de que haya hablado abiertamente merece reconocimiento y respeto”.

Las muestras de admiración y respeto llegaron también de ex compañeros de Hitzlsperger como Arne Friedrich, profesionales en activo como Lukas Podolski y funcionarios como el presidente de la Federación Alemana de Fútbol (DFB), Theo Zwanziger.

Además, la Unión de Gays y Lesbianas de Alemania (LSVD) lo consideró “una señal muy alentadora, sobre todo para que jóvenes jugadores homosexuales puedan reconocer su identidad sin tener que ocultarse”, dijo a la agencia dpa el vicepresidente del organismo, Jörg Steinert.

Incluso el gobierno de Merkel, por el que pasaron ministros homosexuales y actualmente hay una ministra lesbiana, aplaudió que Hitzlsperger pudiera dar el paso. “Vivimos en un país en el que nadie debería tener miedo de aceptar su sexualidad por miedo a la intolerancia”, dijo el portavoz de Merkel, Steffen Seibert.

Mientras la homosexualidad se plantea sin tapujos en ámbitos como el cine, la música o la política, en el ámbito del fútbol sigue atrapada en los prejuicios y el silencio.

El italiano Antonio Cassano lo demostró en la Eurocopa de fútbol de 2012 con una frase que levantó polémica: “Espero que no haya homosexuales en el equipo. Si los hay, problema de ellos”.

Hasta ahora uno de los pocos casos de una “salida del armario” en una liga de primer nivel fue la de Justin Fashanu, del Nottingham Forest inglés, que en 1990 confesó su condición. Años más tarde se suicidó en una zona pobre de Londres tras ser acusado de abuso de menores en Estados Unidos.