Una bandada de flamencos de pluma rosada regresó al río Lenga tras 20 años de ausencia, causando asombro entre los vecinos de la caleta.

Tienen un plumaje que maravilla por su belleza, de un rosado intenso con toques de blanco que brillan y se confunden en los atardeceres de cielos chilenos.

Se encuentran -o se deberían encontrar- con mayor facilidad en los extremos del país, pero la región también fue por años casa segura para estas aves, específicamente en el río Lenga, justo frente a la hoy turística caleta.

A Joel Chaparro, la bandada de flamencos que apareció a pocos metros de su casa lo sorprendió. Sabe que el río es zona protegida, y que allí reina una gran cantidad de especies, principalmente de aves, pero no tenía idea de la historia con la que contaban sus aguas.

Si queremos saber detalles sólo basta hablar con Orlando Pereira, más conocido como “El Guari”. Nacido y criado en la caleta, a sus 67 años sí recuerda la presencia de flamencos.

Contento por el posible retorno, relató su experiencia.

Según los lugareños, la instalación de empresas en las cercanías al río habría causado el vuelo de los flamencos a otras zonas del país.

Aunque hace quince o veinte años reinaban los flamencos por sobre los cisnes, las cosas han cambiado. La presencia de las plumas rosadas ahora alteran lo establecido pero recuerdan lo que alguna vez fue ese lugar: el hogar perfecto para estas exóticas aves silvestres.

Patricia Giuffra

Patricia Giuffra