Las tasas de infidelidad son más altas alrededor del séptimo año de matrimonio o convivencia, según los estudios. Algo que también coincide con el aumento de divorcios y separaciones después de esa fecha. Pero, ¿por qué ocurre? Al parecer los seres humanos somos bastante cíclicos y las prioridades y necesidades van cambiando cada cierto tiempo, de modo que muchas veces las relaciones parecen no ajustarse a esto como si lo hicieron alguna vez.

Popularmente, se dice que la mayoría de las parejas viven algo llamado la “crisis de los 7 años”, donde muchas relaciones se rompen o bien, viven un momento difícil y siguen adelante. Algunos estudios señalan que esto podría ser real, y que en esta etapa es más probable que ocurran las infidelidades.

“La crisis de los siete años se refiere a la creencia popular de que la felicidad conyugal tiende a disiparse después de unos siete años juntos. En ese punto, se cree que la propensión a la infidelidad y / o el divorcio aumentará”, señaló a Psychology Today el psicólogo Justin J. Lehmiller, quien es investigador del Instituto Kinsey y educador sexual reconocido internacionalmente.

“En términos de infidelidad, la investigación sugiere que los adultos casados son más propensos a pensar y cometer infidelidad alrededor de los siete años”, afirmó el profesional.

Por ejemplo, durante un estudio publicado en Journal of Sex Research -que encuestó a unos 313 hombres y mujeres heterosexuales, casados, de una edad promedio de 33 años- identificó una relación entre el tiempo que llevaba el matrimonio y la infidelidad.

Para la investigación, los participantes fueron divididos en tres grupos, donde el primero incluía los matrimonios cortos (menos de 5 años), los intermedios (de 6 a 10 años) y los largos (más de 11 años). El grupo con menor probabilidad de infidelidad fue el primero.

No obstante, los resultados fueron algo distintos para hombres y mujeres. “Específicamente, para los hombres, las probabilidades de ser infieles aumentaron cuanto más tiempo duró la relación (esto es a lo que los científicos se refieren como efecto lineal). Para las mujeres, sin embargo, el efecto fue curvilíneo, las mujeres informaron la mayor probabilidad de ser infieles en matrimonios intermedios, pero menores probabilidades de ser infieles en matrimonios a corto y largo plazo”, expresó.

“En resumen, este estudio sugiere que tanto los hombres como las mujeres parecen tener la llamada crisis de los siete años; sin embargo, aunque eventualmente parece pasar para las mujeres, no lo hace para los hombres”, enfatizó.

Eso sí, Lehmiller aclaró que “este estudio se basó en la probabilidad autoinformada de ser infiel, no en si las personas lo hicieron. Sin embargo, los datos que analizan las tasas reales de infidelidad respaldan estos hallazgos”.

Tasas de infidelidad aumentan después del séptimo año

Otro estudio con estadounidenses publicado en la revista académica Journal of Marriage and Family, también con parejas heterosexuales, arrojó que, “para las mujeres, sus probabilidades de ser infieles eran más altas en el séptimo año de matrimonio, pero disminuyeron constantemente después de eso”.

“De hecho, el engaño era prácticamente inexistente entre las mujeres que habían estado casadas 20-30 años”, expresó.

En tanto, “los hombres también tenían una alta tasa de infidelidad alrededor del séptimo año, que luego disminuyó hasta aproximadamente el año 18, momento en el que comenzó a aumentar otra vez”.

Lehmiller dijo que “los hombres que habían estado casados 30 o más años en realidad tenían las probabilidades más altas de ser infieles, incluso más que los hombres que tenían la ‘crisis de los siete años"”.

“Tanto los hombres como las mujeres parecen tener una ‘crisis de los siete años’, pero los hombres también parecen tener una ‘crisis de los 30 años"”, enfatizó.

¿Por qué tantas parejas son infieles o piensan en serlo a los 7 años de matrimonio o convivencia?

Lehmiller indicó que algunos creen que puede ser “porque los humanos se mueven en patrones de siete años (después de todo, ese es el tiempo promedio que los estadounidenses también conservan sus automóviles)”.

Pero para él hay otra explicación más plausible. “Simplemente, la fase de luna de miel ha terminado y las diferencias han comenzado a surgir. Cuando dejamos de ver a nuestra pareja a través de lentes de color rosa, tenemos que decidir si nuestras diferencias son intratables o si podemos aceptarlas o superarlas”.

Esto va en línea con lo que postula el terapeuta Robert Taibbi, quien tiene 45 años de experiencia clínica, y señaló en una columna en Psychology Today que muchas parejas terminan en la llamada “crisis de los 7 años” porque con el tiempo nuestras necesidades cambian y muchas veces la dinámica de la relación ya no se ajusta a ello.

“El desarrollo de los adultos se mueve en bloques de aproximadamente siete años”, explicó el especialista.

“Es un hecho que no solo cambiamos a medida que avanzamos en nuestra vida adulta, sino que, como han descubierto investigadores como Levinson, Vaillant y Sheehy, hay algo en esa zona de seis a diez años: aproximadamente siete años de estabilidad y luego dos a tres años de inquietud y transición antes de asentarse en la siguiente etapa”, añadió.

La crisis de los 7 años

Taibbi manifestó que al principio del matrimonio o relación de convivencia, psicológicamente necesitabas algo en tu vida, como estabilidad, salir de la casa de tus padres, sentirte querido o formar una familia, e inconscientemente haces un pacto con la persona que te dio eso que anhelabas.

Luego, en los dos primeros años te dedicas a construir una vida junto a esa persona, estableciendo ciertas reglas y rutinas como por ejemplo, quién hace qué cosa en el hogar o cuáles son sus panoramas y tiempo libre, entre otras cosas. “Algunas parejas nunca superan esta etapa, discuten sobre el estilo de vida y las expectativas y se divorcian, pero la mayoría de nosotros lo logramos”, expresó.

No obstante, cuando ya llevas 5, 6, 7 u 8 años de relación, alguno o ambos se empiezan a cuestionar cosas. “La vida que han construido con sus reglas y rutinas ya no funciona ni encaja. ¿Por qué? Porque tu pareja hizo un gran trabajo satisfaciendo esa necesidad del primer año: te fuiste de casa, tienes estabilidad o tuvieron bebé, te sentiste querido, y ahora tus necesidades han cambiado”, explicó.

“Pero estás atrapado en esta caja de una vida que has creado, y lo que más solía gustarte de la otra persona, ahora te está volviendo loco: la estabilidad, que sea constante y con los pies en la tierra, ahora te suena más a rigidez y control; y si te gustaba su espontaneidad y amor por la diversión ahora te parece demasiado dramático”, ejemplificó.

En resumen, la crisis de los 7 años parece ser algo real que algunas parejas superan, mientras otras terminan separándose o cayendo en infidelidades.