Anne Hathaway es mamá de un niño que acaba de cumplir tres años, al que cuida por sobre todas las cosas. La actriz no suele mostrar a su hijo y rara vez habla de él, sin embargo, hace algunos meses hizo una excepción y reconoció que copió un truco de crianza a los duques de Cambridge, el príncipe William y Kate Middleton.

En una entrevista con el diario británico The Sunday Times , la actriz afirmó que le llamó mucho la atención ver cómo Kate Middleton y el príncipe William siempre se agachaban para hablar con sus pequeños príncipes.

“Ellos bajan al nivel de los niños y hablan con ellos mirando a sus ojos para hacerlos sentir más empoderados. Me pareció realmente cool. Empecé a hacer eso con Jonathan (su hijo)”, dijo la artista, que en 2010 imitó a Middleton en Saturday Night Live.

SNL | Kensington Palace
SNL | Kensington Palace

La semana pasada, Hathaway retomó el tema y aseguró que este truco realmente la ayudó. “Juro que hace una diferencia”, reconoció en el programa The View.

“No sólo me permitió comunicarme con él, y creo que lo empoderó, sino que también me permitió ver lo que él estaba viendo”, continuó.

“Miras al mundo como lo grande que es. Y eso que se siente totalmente normal (para los adultos), puede ser muy aterrador para él, o algo que podríamos pasar por alto es realmente fascinante en ese nivel”, añadió.

 Time Magazine
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Desde que el príncipe George comenzó a caminar, los duques de Cambridge han sido fotografiados agachados para hablar con su hijo, proceso que repitieron con la llegada de Charlotte, y de seguro retomarán con el príncipe Louis.

De hecho, en una oportunidad, la reina Isabel le llamó la atención a William por estar agachado junto a su hijo, mientras toda la familia veía un desfile militar en honor al cumpleaños de la monarca.

¿Cómo funciona?

Este “truco” es en realidad un método de crianza llamado Escucha Activa, que se basa en una forma respetuosa de tratar a los niños y busca que se sientan escuchados por los adultos.

También sirve para que los padres centren su atención en el pequeño durante algunos segundos, sin que se distraigan con el ruido exterior, permitiendo no sólo escuchar lo que dicen, sino también lo que sienten.

Ponerse a la altura de los ojos de los niños, además genera un vínculo más cercano que transmite calma y serenidad, que les permitirá encontrar la confianza necesaria para hablar y expresar lo que les puede molestar o lo que está generando un comportamiento no adecuado.

People
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“Detrás de su mal comportamiento se esconde una emoción y un niño necesita que los padres puedan identificarla. Si un niño está rompiendo cosas, pegando o insultando, le está pasando algo: está buscando una solución a través de su acción”, explicó al portal argentino Infobae, Isabel Fuster, psicóloga y psicoterapeuta española.

“Si le amenazamos o castigamos antes de comprenderlo, quizá haga lo que queremos, pero de una manera manipulada con la que aprenderá a tener miedo en lugar de descubrir qué le ocurre y cómo solucionarlo. Un niño de 4 o ­5 años no comprende aún las leyes de la responsabilidad ni tiene un pensamiento reflexivo, por lo que volverá a repetir sus comportamientos”, agregó.

Pero volviendo a la Escucha Activa, este es un concepto basado en los trabajos de los psicólogos estadounidenses Carl Rogers y Richard E. Farson realizados en 1957, cuyos resultados han sido resumidos por Kathryn Robertson a través de la frase: “More than just paying attention”, es decir, “Más que prestar atención”.

“Entre adultos, esta comunicación parece más sencilla (aunque no siempre somos tan empáticos como debiéramos), pero al tratar con niños nos encontramos con la dificultad de que el pequeño no entiende el mundo de los mayores, cuyo principal medio de comunicación es el discurso hablado. Hasta aproximadamente los 12 años, se encuentra en un mundo sensorial y perceptivo diferente del nuestro”, explicó Fuster.

 James Whatling
James Whatling

La idea tampoco es criar a un niño que haga todo lo que quiera, sino que sea capaz de expresar sus emociones y que los padres puedan manejar situaciones de tensión sin recurrir a opciones más duras.

La escucha activa postula que los padres deben intentar comprender al menor utilizando frases como “sé que te cuesta, pero hay que hacerlo”, en lugar de amenazarlo y gritarlo, que lo único que hace es confundirlo.

Es por ello que todos los expertos recomiendan siempre intentar dialogar con el pequeño, quien debe aprender desde temprana edad que puede comunicarse con sus papás sin importar nada.