La cúrcuma es un ingrediente que puedes incluir fácilmente en las comidas diarias. Conocido por su distintivo color naranjo, esta especia podría aportar diferentes beneficios relacionados con la salud del organismo.

Existen muchos alimentos que pueden potenciar la salud gracias a sus múltiples propiedades. Uno de ellos es la cúrcuma, un condimento proveniente de la India que ha ganado bastante popularidad debido a los múltiples beneficios que puede aportar en la dieta.

Destaca principalmente por su distintivo color naranjo y comparte una gran similitud con el jengibre, ya que pertenecen a la misma familia. Es usado en exóticas preparaciones tales como el curry o la famosa “leche dorada”. Si bien proviene de una planta, es su raíz la que se comercializa para el consumo, ya sea de forma entera o en polvo.

No es casualidad que se haya convertido en uno de los condimentos de moda en la cocina de millones de personas en todo el mundo. Más allá de su aroma y color, son varios los beneficios que este alimento podría entregar a la salud.

Principales beneficios

Generalmente, las propiedades de la cúrcuma se han relacionado con el cuidado del corazón, la desintoxicación del hígado y sus aportes en el proceso digestivo. También, se le atribuyen características antibacterianas que pueden ayudar a reforzar el sistema inmunológico de quienes lo consumen.

Melanie Gordon, especialista en nutrición, comentó al periódico argentino Clarín que a este condimento “se le conoce por tener propiedades beneficiosas contra el cáncer, la hipercolesterolemia, las úlceras gástricas y la artrosis. Además, se cree que puede jugar un papel importante en enfermedades como el Alzheimer, el asma, la diabetes y patologías cardíacas”.

En este sentido, Karthik Giridhar, especialista de la clínica estadounidense Mayo, afirma que aún no hay evidencia suficiente para recomendar la cúrcuma para la prevención del cáncer, así como de otras enfermedades. La experta menciona que las pruebas realizadas en laboratorio y animales han entregado resultados alentadores, pero aún queda mucho por investigar.

Por otra parte, esta especia contiene múltiples vitaminas y minerales que lo hacen un ingrediente preferido para incluir en las comidas, algunos de ellos son la niacina – un tipo de vitamina B-, sodio, potasio, calcio, cobre, hierro, magnesio, zinc, fibra, proteínas, entre otros. Sin embargo, debido al bajo porcentaje que se incluye en los alimentos (como todo condimento), no entrega un aporte significativo de nutrientes al organismo.

Cúrcuma
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Alexandre Yáñez, experto en nutrición y dietética, explicó al portal especializado Infosalus que este “superalimento” es un gran “protector articular y antiinflamatorio con una sólida evidencia para el dolor muscular, articular y tendinoso. Contribuye a disminuir la conversión de ácido araquidónico, que influye en muchas enfermedades neurodegenerativas y proinflamatorias”.

“También aporta grandes beneficios al hígado, ya que ayuda en el tratamiento de la fibrosis, la hepatitis autoinmune, la hepatitis B y C. Para el colesterol aporta beneficios, pero también para los triglicéridos y las hormonas de saciedad y de apetito”, agregó Yáñez.

Si bien incluir la cúrcuma en la dieta puede ser una alternativa saludable para potenciar el sabor de tus comidas, es recomendable acudir a un profesional de la nutrición para que te entregue una información más específica sobre los aportes nutricionales de este condimento. Asimismo, el especialista puede entregar una minuta con alimentos que le ayudan a mantener una dieta balanceada.

¿Cómo incluir la cúrcuma en tu menú diario?

Hay varias formas de incluir esta especia en tus alimentos diarios. La receta más conocida es el curry, un platillo asiático que incluye arroz, pollo y verduras.

Otra de las recetas es la coliflor con cúrcuma al horno. Una preparación rápida y ligera, ideal para personas que no consumen carne.

También, la conocida “leche dorada” podría ser un bebestible ideal para incluir esta especia. Para hacerla únicamente necesitas cúrcuma, leche y otras escancias como canelas, clavos de olor, miel, entre otros. Su preparación es simple, solo tienes que mezclar los ingredientes en una olla y calentar a fuego lento hasta que todo esté bien mezclado.