Puede que en más de alguna ocasión, te hayas tomado una copa de vino o un trago con el estómago vacío.

Pero, ¿qué ocurre con tu cuerpo en estos casos? El doctor Keith Grimes del sistema de servicios de salud Babylon Health, explicó al diario electrónico Huffington Post, que en primer lugar, debes considerar que cuando una persona bebe alcohol, se absorbe en el intestino delgado y penetra en la sangre.

“Más o menos el 80% de la absorción del alcohol se produce en el intestino delgado, y muy rápido. El estómago desempeña una función fundamental en cuanto a la velocidad a la que el alcohol llega al intestino delgado”, detalla el especialista.

De este modo, si bebes con el estómago vacío, el proceso se realizará con mayor rapidez. No obstante, si has comido antes, el alcohol pasará de forma más lenta y segura al torrente sanguíneo.

Incrementa los efectos tóxicos del alcohol en el cerebro

Por este motivo, los expertos no recomiendan beber alcohol en ese estado, debido al impacto que puede ocasionar en el organismo.

“A corto plazo, sobre todo con bebidas fuertes, el alcohol llega rápido a la sangre”, complementa Tony Rao, especialista en alcohol y salud mental. En otras palabras, implica que te emborracharás con facilidad.

“Beber mucho con el estómago vacío es peligroso, ya que el aumento rápido de alcohol en sangre incrementa los efectos tóxicos del alcohol en el cerebro”, añade sobre la consecuencia.

Además, podría irritar el revestimiento del estómago al mezclarse con los jugos gástricos, y el efecto es mayor si no comiste nada antes.

En menor cantidad de casos, beber alcohol en ayunas puede provocar cetoacidosis alcohólica. Según explica Grimes, ocurre cuando el metabolismo se altera y provoca náuseas, dolor abdominal y vómitos.

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Comer reduce la absorción del alcohol

Por otra parte, Rao destaca que comer antes de beber, protege el estómago y reduce la absorción del alcohol, sin embargo, depende el tipo de alimento.

Elegir comida chatarra con mucha grasa incrementa la motilidad (acción fisiológica del aparato digestivo encargada de desplazar el contenido de la boca hacia el ano), por lo que el alcohol que tomes después también llegará más rápido a tu sangre.

“Las bebidas más fuertes aumentan la motilidad y aceleran la absorción del alcohol, mientras que las azucaradas y la cafeína reducen la motilidad y retrasan la absorción”, compara sobre los diferentes tipos.

Si a pesar de todas estas advertencias insistes en beber alcohol con el estomago vacío, Grimes recomienda que sean tragos suaves y no los bebas muy rápido. “Si es posible, toma algún picoteo de acompañamiento”, aconseja finalmente.