David Bennett, quien recibió el corazón de cerdo, continúa estable tras el trasplante de la semana pasada. Cometió el crimen en 1988 y dejó a su víctima en silla de ruedas.

Hace una semana, el Centro Médico de la Universidad de Maryland marcó la historia al realizar exitosamente un trasplante de corazón desde un cerdo hacia un humano. Sin embargo, dicho paciente apareció en la polémica luego de que revelaran que fue condenado por la justicia.

Y es que David Bennett, de 57 años, fue condenado por apuñalar a Edward Shumaker en 1988. Según consignó The New York Times, el ataque ocurrió en abril de aquel año, cuando la víctima, que entonces tenía 22, estaba en un bar mientras hablaba con la esposa de Bennett.

Al ver la escena, y bajo un aparente ataque de celos, Bennett apuñaló repetidamente a Shumaker en la espalda. En total, el hombre apuñaló siete veces a su víctima, dejándolo en silla de ruedas hasta su muerte en 2007.

Finalmente Bennett fue condenado por cargos menores de agresión y portar un arma oculta, siendo sentenciado a 10 años de prisión.

En orden a la ética

“El trasplante le dio vida”, dijo la hermana de la víctima, Leslie Shumaker, sobre la exitosa cirugía a Bennett, según recogió el medio. “Mi hermano nunca tuvo una segunda oportunidad en la vida. Él luchó todos los días durante 19 años. Nadie merece lo que pasó”, añadió.

De todas formas, los médicos de cabecera de Bennet aseguraron que las historias sobre el pasado delictual de sus pacientes no son causantes para excluirlos de procedimientos médicos de vanguardia.

“Es la obligación solemne de cualquier hospital u organización de atención médica brindar atención vital a cada paciente que entra por sus puertas en función de sus necesidades médicas”, dijeron los funcionarios del Centro Médico de la Universidad de Maryland, donde se realizó el trasplante.

“Cualquier otro estándar de atención daría un precedente peligroso y violaría los valores éticos y morales que sustentan la obligación que los médicos y cuidadores tienen con todos los pacientes bajo su cuidado”, cerraron.

El trasplante del corazón animal se consideró la última esperanza de salvar la vida de Bennett, aunque aún no están claras las posibilidades de que sobreviva a largo plazo.

No es un héroe

En conversación con la BBC, Leslie Shumaker aseguró que supo de la noticia a través de mensajes.

“Mi segunda hija me envió un mensaje de texto y dijo: ‘Mamá, este es el hombre que apuñaló al tío Ed’. Luego leí la historia y me enojé porque él había recibido el corazón”, compartió.

Sin embargo, más que el procedimiento, Shumaker aseguró que le molestó más la cobertura mediática del proceso. “Están poniendo a Bennett en las historias como si fuera un héroe y un pionero, pero no es nada de eso”, apuntó.

“Creo que los médicos que realizaron la cirugía deberían recibir todos los elogios por lo que han hecho, no el señor Bennett”, cerró.