El puertorriqueño Bad Bunny vuelve a sorprender con una nueva canción y cantando en japonés. Se trata de Yonaguni, en su nuevo single el cantante aparece en el videoclip dibujado como animé.

Su nueva canción rápidamente se viralizó, sobre todo por el particular nombre que la también estrella de la WWE escogió para el sencillo. Inspirado en una antigua ciudad de Japón, el videoclip tiene más de 4 millones de reproducciones.

En el video se ve al artista comiendo sushi, tatuándose el juego Pokémon Go, y entrena artes marciales y otras disciplinas para intentar olvidarse de sus penas de amor.

La historias tras “Yonaguni”

Kihachiro Aratake es una famoso submarinista que en 1987 realizó un sorprendente descubrimiento. Aratake nadaba al sur de la costa de Japón cuando divisó una serie de escalones “con bordes rectilíneos sin signos de erosión”.

Esa estructura sumergida a casi 25 metros de profundidad, se trataba de Yonaguni, llamado así por su cercanía con una isla del mismo nombre. En la actualidad, la antigua edificación forma parte de “uno de los sitios submarinos más insólitos del mundo”.

En conversación con BBC Mundo, Kihachiro Aratake expresó que “Se me erizaron los pelos, era abrumador (…) Me conmovió mucho cuando lo encontré y siempre supe que se convertiría en un tesoro en la isla Yonaguni”.

Universidad de Ryukyu

De acuerdo a la investigación de especialistas, esta construcción tendría alrededor de 10.000 años de antigüedad. “Algunos creen que se trata de un vestigio de una civilización que floreció en el Pacífico, perdida hace mucho tiempo: el pueblo Jomon, que habitó el Japón prehistórico hacia el año 12.000 A.C.”, señala el medio antes citado.

Masaaki Kimura, geólogo de la Universidad de Ryukyu en Japón y parte del equipo que estudia el Monumento Yonaguni, cree que “es muy difícil explicar su origen como puramente natural, debido a la vasta evidencia de la influencia del hombre en las estructuras”.

Universidad de Ryukyu

Tanto para el científico como para el buzo que lo encontró, hay evidencias en su arquitectura que demostrarían que fue construido por hombres, como por ejemplo la particular escalera en forma de caracol.

Takayuki Ogata, geocientífico de la misma casa de estudios, agregó que “cuando lo vi por primera vez, me di cuenta de inmediato de que las formaciones eran similares a las de la tierra. Nunca había visto formaciones que continuaran desde tierra hasta el fondo del mar y esa fue una de las razones por las que estaba realmente impresionado”.

Universidad de Ryukyu

Si bien hay evidencia de que la construcción pudo ser levantada por humanos y luego sumergida, lo cierto es que la llamada “Atlántida de Japón” genera dudas incluso entre los estudiosos.

“Los diferentes niveles del lugar, tan bien definidos, probablemente se formaron gradualmente debido a su ubicación en un área propensa a los terremotos”, sostienen los expertos. Sin embargo, aunque la historia de su origen “natural” no sea real, este fenómeno geológico continúa sorprendiendo y deleitando a todo aquel que bucea por sus alrededores.