Una iniciativa republicana en el estado de Utah acabó volviéndose contra sus creadores, cuando la queja de un apoderado provocó que la Biblia fuera retirada de las escuelas primarias por ser considerada un libro "indecente".

Pocas veces como en esta oportunidad, se puede decir que un sector político le salió el tiro por la culata.

En 2022, un grupo de congresistas de Utah liderados por Ken Ivory, lograron aprobar una moción bajo la cual se prohibiría a las escuelas ofrecer a sus estudiantes libros “indecentes o pornográficos”, a través de sus bibliotecas.

Según explica la BBC, la jugada es parte de una ofensiva conservadora en Estados Unidos que, en diferentes estados, buscan alejar a los niños y adolescentes de temas que consideran controversiales, como las minorías sexuales LGBT o de identidad racial.

De hecho, hasta la fecha la mayoría de los libros vetados en Utah son novelas con tramas sobre identidad sexual y romances entre parejas del mismo sexo.

Sin embargo, un padre molesto por lo que consideraba una medida hipócrita, retrucó con una medida que los legisladores republicanos no esperaban.

Una Biblia “Indecente”

En marzo de este año, un apoderado del Davis School District de Salt Lake City, remitió una queja bajo la nueva ley, alegando que la Biblia es un libro “demasiado sexual” para ponerlo a disposición de los niños.

“La Biblia contiene pasajes de incesto, masturbación, zoofilia, prostitución, mutilación genital, sexo oral, consoladores, violación e incluso infanticidio. ¡Saquen esta pornografía de nuestras escuelas! Si los libros que han prohibido hasta ahora son una indicación de cualquier ofensa, entonces la Biblia califica plenamente”, escribió el hombre, cuya identidad no fue revelada, según recoge el medio VICE.

El comité revisor no pudo rebatir la lógica del apoderado, determinando que, en efecto, la Biblia contenía episodios de “vulgaridad o violencia” que no eran adecuados para niños, determinando que esta fuera removida de las bibliotecas de las escuelas básicas, aunque manteniéndola en las secundarias.

El congresista Ken Ivory, autor de la iniciativa legal, reaccionó indignado ante la medida considerando la prohibición de la Biblia como una “burla”, sin embargo posteriormente se ajustó al dictamen.

“Tradicionalmente en Estados Unidos, la Biblia es mejor comprendida si se comparte en el hogar y en el corazón, en familia”, escribió en su cuenta de Facebook.

Sin embargo no es la primera vez que la Biblia acaba siendo prohibida en represalia a las medidas adoptadas en estados conservadores. Según recoge la BBC, tanto escuelas de Texas como de Kansas han tenido que restringir el acceso al libro sagrado cristiano luego de que estudiantes se quejaran por su contenido “indecente” a la luz de la nueva legislación.