Sara Gómez puso su vida-literal-en manos de un cirujano. Su objetivo era una lipoescultura, por lo que escogió inicios de diciembre para realizarla y salir adelante con su recuperación en el año nuevo. No obstante, una terrible muerte le esperaba. La "carnicería" a la que fue sometida, según su familia, los ha dejado devastados. Sobre todo a un niño, que perdió a su madre.

Corría el 2 de diciembre cuando el médico a cargo del procedimiento estético se acercaba a la pareja de la paciente de 39 años en la clínica de Cartagena, Murcia, en territorio español. Le aseguró que la lipoescultura salió bien, pero que Sara perdió líquidos y sangre en cantidades importantes, por lo que estaba siendo “estabilizada”.

A las pocas horas de espera, todo se transformó en una emergencia con el traslado de Sara al Hospital General de la mencionada ciudad. El responsable de todo, dijo que era una “medida preventiva”. No obstante, se trataba del inicio de un calvario para una mujer y sus seres queridos, según costa en las publicaciones difundidas por medios informativos como El Español y Clarín.

“Me tuvieron engañado”, declaró, horas después, el novio de Sara. Asegura que el cirujano banalizó lo que le estaba ocurriendo a su pareja.

“Todas las veces que me crucé ese día con el cirujano dijo lo mismo: ‘Tranquilo que todo va a salir bien"”.

Para cuando la ambulancia llegó al hospital, esas palabras quedaban atrás. Los médicos que la atenderían no imaginaban la escena con la que se encontrarían.

Sara, pasó de ser una mujer entusiasta y preocupada de una buena condición física, a una persona que se debatía entre la vida y la muerte en una UCI (Unidad de Cuidados Intensivos), luego de un procedimiento que la dejó postrada y con un pronóstico desalentador por su caso.

Sara Gómez se debatió 29 días en una UCI debido a una lipoescultura que se convirtió en "carnicería".
Facebook “La voz de Sara”.

“Víctima de una carnicería”: el cirujano chileno señalado por la muerte de Sara

Cuando los médicos del Hospital Santa Lucía, en Murcia, vieron el abdomen de Sara Gómez, quedaron sorprendidos, emitiendo un diagnóstico preliminar: llegó “en shock hipovolémico y en una situación de extrema gravedad”.

En el historial, los profesionales de la salud iban detallando que la joven madre había sufrido enormes daños internos, propios de un ataque directo, entre estos, múltiples perforaciones intestinales, peritonitis fecaloidea y biliar, perforación duodenal, necrosis isquémica de colon ascendente, de pared abdominal, absceso retroperitoneal, laceraciones hepáticas y evisceración contenida.

Poco a poco, luego de los resultados catastróficos en la salud de la paciente, fueron conociéndose otros detalles. El médico, identificado como Javier Alejandro Masso del Canto, es de origen chileno. Así lo han informado medios españoles como 20minutos.es. Se trata de un profesional especializado en cirugía cardiovascular, por lo tanto no está facultado para realizar procedimientos estéticos.

No fue lo único. La información difundida en medios españoles, asegura que la novia del cirujano estuvo entre el equipo que asistió en el quirófano, pero no posee título afín. Se trata de una camarera, según publica El Español, calificando a Sara como “Víctima de una carnicería”.

Los daños ocasionados a Sara, fueron irreversibles. Tanto que, tras 29 días en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y de múltiples cirugías para contener las hemorragias, falleció a las 15:00 (hora española) del pasado 01 de enero. Era el peor de los inicios de año para su familia. Sin embargo, están emprendiendo la batalla legal para hacer justicia por lo que consideran su asesinato.

En Facebook, mientras tanto, un grupo denominado “La Voz de Sara”, denunciaba su caso desde antes del deceso, buscando generar conciencia sobre los peligros de procedimientos estéticos en manos equivocadas. También, han publicado fotos del que consideran responsable de la muerte de Gómez.

Sara Gómez tenía un hijo  y una vida por delante.
La voz de Sara / FB

Ignacio Martínez, abogado de la familia Gómez, detalló al medio La Vanguardia, que se trata del delito de homicidio, ya que Masso ocasionó traumas a Sara, pasando a llevar varios órganos internos. Aseguró que los daños son “más propios del resultado de una reyerta con arma blanca”.

Médico chileno Masso, en tribunales españoles

A pocas horas del deceso de Sara y de los pedidos de justicia en su nombre, la autopsia final reveló lo sucedido a la mujer que fue sometida a una lipoescultura mortal.

“Etiología médico-legal: Violenta. Accidental. Causa inicial de la muerte: Complicaciones derivadas de tratamiento quirúrgico estético. Causa inmediata de la muerte: Fallo multiorgánico irreversible. Data estimada de la muerte: aproximadamente a las 15 horas del 1 de enero de 2022”, revela el documento del Juzgado 2 de Cartagena, Murcia.

Este pasado miércoles, el cirujano (no estético) compareció ante los tribunales de Cartagena, Murcia, para dar cuentas del procedimiento que lo tiene en serios problemas judiciales. Había en su contra una orden activa de búsqueda y detención, dictada por una magistrada local. Trascendió que no pudo ser localizado a inicios de semana, pero que accedió a presentarse una vez tuvo clara la notificación en su contra, según su defensa.

Médico chileno en tribunales españoles acusado de la muerte de una paciente de lipoescultura.
Canal 7 Murcia / Captura

El Canal 7 de Murcia (Televisión pública) captó el ingreso del médico chileno, junto a su equipo legal, a dependencias judiciales. Los medios los aguardaban para hacerle preguntas. No obstante, el señalado y quienes lo asesoran legalmente, entraron sin decir ni una palabra a la prensa. Más tarde, sus abogados hicieron declaraciones en las que lamentaron lo ocurrido.

“Esta parte no tiene inconveniente de que se le retire el pasaporte (a Masso), para que no exista ninguna duda, porque este señor jamás se va a fugar de la justicia. Siempre está dispuesto a enfrentar a la justicia y siempre ha mantenido un silencio respetuoso dentro del sentimiento profundo de pena por lo que ha ocurrido con Sara”. El letrado agregó que su cliente ha sido condenado, a priori, por la sociedad y que “Ya falta nada más que le ejecuten”.

Javier Masso, al medio de sus defensores, no se pronunció, por más insistencia de la prensa.

A la pregunta de un periodista “¿Usted está tranquilo con que hizo bien su trabajo?”, el médico chileno dijo, únicamente: “No voy a contestar”.

Los familiares de la víctima, por medio de las acciones legales, habían pedido que se le inhabilite para seguir ejerciendo como médico y se le retire el pasaporte para que no pueda salir de España. La primera batalla ha sido agridulce para ellos. El Tribunal Superior de Justicia de la Región de Murcia, ha dejado en claro hasta donde llegan sus facultades.

Masso, libre, pero sin posibilidad de salir de España

A la petición de inhabilitación de Javier Alejandro Masso, la justicia de Murcia afirmo:

“Al derecho administrativo le corresponde desempeñar un papel preventivo y sancionador de primer grado, y conforme al principio de intervención mínima, la sanción penal debe reservarse para aquellas conductas que pongan el bien jurídico protegido en una situación de peligro suficientemente relevante”, de lo contrario se perjudica “el proceso lógico establecido en la actuación penal y administrativa”, según la cita publicada en diariosevilla.es.

Lo anterior, significa que el tribunal superior no puede retirar las facultades profesionales del médico chileno, sin que haya sido vencido en juicio y se declare culpable de la muerte de Sara Gómez.

La medida inmediata del tribunal ha sido retirarle el pasaporte para que no pueda salir de España, en medio del proceso judicial que se avecina en su contra.

Lo han dejado en libertad, mientras llega la etapa para comprobar que no ocasionó los severos daños a Sara durante la lipoescultura. No obstante, la autopsia revelaría lo contrario.

En la clínica del médico chileno se han dejado sentir las muestras de repudio a lo sucedido a Sara Gómez.

Algunos cercanos a la joven fallecida, lamentaron que este cirujano tuviera planes de abrir otras instalaciones estéticas, irónicamente, en Alcantarilla, el pueblo donde nació la víctima. Por cierto, otras denuncias en medios españoles y redes sociales apuntan a que no sería el primer procedimiento fallido de Masso. No obstante, el único juicio a puertas, en su contra, es por la muerte de la joven madre de 39 años.

Sara fue sepultada en su pueblo natal, a inicios de semana. cerca del sitio donde fue su fin: la clínica estética Masso. Un grupo numeroso acompañó el cortejo fúnebre, pidiendo justicia por la mujer y por su pequeño hijo, otra de las víctimas de su deceso.

Sara deja a dos hijos sin su madre, luego que le practicaran una lipoescultura mortal
Facebook / La Voz de Sara