El creador del whiskey más famoso del mundo falleció luego de una acción que para muchos resulta ridícula, pero que terminó con su vida.
Si tuviéramos que reunir un listado de las formas más ridículas en las que mueren los personajes públicos, es posible que esté Jack Daniel, el creador de la famosa destilería de whiskey que lleva su nombre.
Esto porque Jack encontró la muerte de forma muy casual, un día que olvidó un dato importante y todo encajó para que, en breve, dejara este mundo.
Aunque dejó un legado invaluable en la cultura, con su característica marca y un producto alabado desde siempre, también dejó para la historia la forma en que murió.
Se trata de un hecho que ocurrió hace más de 100 años y de la que aún existe registro.
Jack Daniel: el hombre que creó el whiskey más famoso del mundo
Así lo presenta la misma destilería que creó en 1866, Jack Daniel’s, donde creo el whiskey que hasta el día de hoy se vende alrededor del mundo y que usualmente se califica como el más famoso del orbe.
Originario del estado de Tennesse, en Estados Unidos, Jasper Newton Daniel, o más bien Jack Daniel, como lo conoció el mundo, dio los primeros pasos para crear la botella más famosa del mundo.
Se dice que nació en 1850, pero no hay claridad de la fecha, porque el acta se perdió en un incendio, destaca Vanity Fair.
Era solo un niño cuando se fue a trabajar con Dan Call, un predicador que le enseñó cómo elaborar el whiskey, sin embargo, esa historia fue ratificada en 2016 por la destilería, con motivo de los 150 años desde su creación, consigna El Mundo.
En realidad, un esclavo le enseñó cómo formular el licor. Se trata de Nearis Green, un hombre que trabajó en la producción y destilación, transformándose en un experto en el proceso de creación del whiskey, destaca el medio español.
Aprendió de Green y, a los 16 años, abrió su primera destilería y contrató a los hijos de Green para que trabajaran junto a él, incluso existen imágenes donde se les puede ver juntos.
Un detalle importante, porque en las imágenes de la época era usual que los esclavos negros aparecieran atrás. Sin embargo, aquí estaban juntos.
Todo era perfecto para Jack Daniel, hasta una patada
Algo que caracterizó a Jack Daniel durante su época trabajando es que siempre llegaba temprano. Antes que todos en la destilería, Jack abría las puertas y comenzaba su día.
Sin embargo, una mañana de 1911, cuando tenía poco más de 60 años, se apresuró a llegar antes, como siempre, pero porque debía hacer unos trámites y abrir su caja fuerte.
Según recoge Historic Mysteries, esa mañana Jack Daniel quiso abrir su caja fuerte y como ocurrió en varias ocasiones, olvidó la clave para abrirla.
“A menudo se olvidaba de la combinación y no podía acceder a los contenidos justo cuando los necesitaba. Este recuerdo fallido lo llevó en ocasiones a arremeter contra la caja fuerte, y así lo hizo en el otoño de 1911, pateándola por negarse a entregar su contenido”, consigna el medio.
Esa última patada en la caja fuerte sería el primer paso hacia el final de Daniel.
Se lesionó al pegar contra el objeto de metal, rompiendo un dedo de su pie y este quedó expuesto a infecciones.
Una sepsis y el final
Muy contrario a lo que dicen los guías turísticos de Jack Daniel’s, su famoso creador no sumergió su pie en whiskey.
Daniel mantuvo la herida y pronto generó una sepsis, es decir, una infección que terminó por ser tan grave que tuvieron que amputarle el pie.
Sin embargo, eso no fue suficiente. De acuerdo a lo que consigna Yahoo!finance, la gangrena que adquirió se extendió por su cuerpo y tomó la pierna izquierda, por la mala circulación de la sangre en su cuerpo.
Esta enfermedad se transformó en la causa de muerte de Jack Daniel, quien a partir de un golpe en una caja fuerte terminó falleciendo.
Esta historia se cuenta en el hogar de Jack Daniel, la destilería que lleva su nombre y que recuerda lo que pasó con su creador.
Hasta hoy, Jack Daniel’s recibe a miles de visitantes que son atraídos por la historia, pero también por su famoso whiskey, uno con el que Frank Sinatra fue enterrado, una botella se fue con él debido a su fanatismo por este licor.
La destilería de Daniel finalmente quedó a cargo de su sobrino, Lem Motlow, ya que nunca tuvo hijos y tampoco se casó. Aunque, se vendió una parte en los años 50, la familia continúa siendo propietaria mayoritaria de la empresa.
