La Operación Unicornio se activó luego de que la Reina muriera en Escocia, este protocolo gestionará el traslado de Isabel II a Londres.

Tras el anuncio de la muerte de la reina Isabel II en su residencia de Balmoral (Escocia), además de la operación London Bridge se pondrá en marcha la denominada Operación Unicornio.

Esta última, consiste en otro mecanismo previsto que marca los pasos a seguir en Escocia para trasladar el cadáver de la reina a la capital británica, donde se oficiaría el funeral.

Edward Young, secretario privado de la Reina y el principal encargado de organizar su sucesión, fue el primero en recibir la noticia. Así, Young avisó a la primera ministra, Liz Truss con una frase: “London Bridge is Down” (“Ha caído el Puente de Londres”).

De ahí, el llamado Centro de Respuesta Global del Foreign Office -ministerio británico de Asuntos Exteriores- se encargó de trasladar la noticia a los 15 Gobiernos fuera del país donde la Reina es jefa de Estado, y a las otras 38 naciones de la Mancomunidad de Naciones (Commonwealth).

¿Cuáles son los pasos a seguir según la Operación Unicornio?

Tras morir en Escocia, el cuerpo de la reina será trasladado inicialmente a la sede del Parlamento escocés, el palacio de Holyrood. Allí se interrumpirá automáticamente todo tipo de actividad parlamentaria y se pone a disposición de los ciudadanos un libro de condolencias.

La Reina será custodiada por la Compañía Real de Arqueros, que adornarán sus sombreros con plumas de águila. El siguiente paso será trasladar, por la avenida Royal Mile en Edimburgo, el cadáver hasta la Catedral de St Giles, donde yacerá en la capilla ardiente y donde se celebrará un primer servicio.

Para el llamado D-Day+2 se contempla que el ataúd de la reina se traslade al palacio de Buckingham, en Londres, desde Balmoral en tren, desde la estación de Waverley. Este sería el punto clave de la Operación Unicornio.

Se anticipan multitudes aguardando al paso del tren en diferentes localidades para arrojar flores a los vagones. De acuerdo a este guión, el día D+3, el nuevo monarca británico se embarcará en una gira por todo el país, donde visitará Edimburgo, Belfast y Cardiff y asistirá a servicios en recuerdo de su madre.

Para el denominado D+5 (día 6 tras la muerte), el ataúd se trasladará a Westminster Hall, donde yacerá durante cuatro días hasta que llegue el momento de la procesión desde el palacio de Buckingham, que atravesará el Mall -el primer gran desfile militar de esta operación- pasará por las Guardas a Caballo (Horse Guards) y por el Cenotafio. Un recorrido similar al trazado por la procesión de la Reina Madre en 2002.

Antes de que llegue el amanecer del D+10 -el día de la celebración del funeral-, se extraerán las joyas reales del ataúd y se limpiarán, al tiempo que esa jornada será declarada festiva a nivel nacional, con los comercios y la Bolsa de Valores de Londres cerrados.

El día del funeral -D+10-, a las 9.00 de la mañana, el Big Ben se dejará oír para anunciar el funeral de estado por la reina en la Abadía de Westminster, que acogerá a 2.000 invitados.

Se espera que a las 11.00 doras el ataúd alcance las puertas del templo y que el país enmudezca en señal de respeto. Sus restos yacerán en la Capilla del Rey Jorge VI, en el Castillo de Windsor, junto a su padre. EFE