La pandemia de covid-19 ha obligado a suspender importantes eventos. Para Romanee y Sam Rondeau-Smith, oriundos de Bramley, Inglaterra, no fue la excepción. La pareja contrajo matrimonio en medio de las restricciones de aglomeraciones, lo que les prohibía tener muchos invitados en el día más importante de sus vidas. No obstante, una genial idea salvó la celebración.
La norma inglesa indica que, por el momento, no se pueden reunir más de 30 personas en un lugar cerrado. Esto se explica porque en la nación llevan un total cercano a los 348 mil casos detectados y más de 40 mil muertos.
Para la pareja, que debía casarse en julio pasado pero pospuso la unión por la crisis sanitaria, esta nueva limitación era un problema. Ellos querían celebrar a lo grande, con más de 100 invitados, pero evidentemente no pudieron. La celebración se llevó a cabo de igual manera el pasado 14 de agosto y las fotografías salieron a la luz hace pocos días.
Romanee y Sam, ahora felizmente casados, gastaron cerca de dos mil libras esterlinas (casi dos millones de pesos chilenos) en recrear, con cartones impresos en tamaño real, a los invitados que no pudieron viajar o que, derechamente, no pudieron asistir debido a las restricciones.
“Teníamos alrededor de 100 personas en nuestra lista de invitados, pero cuando llegó el coronavirus, tuvimos que reelaborar nuestros planes y el lugar (donde se realizó y produjo la boda) fue realmente flexible”, contó la mujer al portal británico Mirror.
La ceremonia se realizó en The Bell en Ticehurst, al este de Sussex, tras haberse comprometido en diciembre del año pasado. “Al final del día sólo queríamos casarnos, así que seguimos adelante”, añadió.
Romanee contó que la idea comenzó cuando notaron que una de sus damas de honor vive en Nashville, Estados Unidos, por lo que no podría participar en la ceremonia. “Bromeamos sobre tenerla como un recorte de cartón, así que pensamos ‘¿por qué no hacemos eso con nuestros invitados?’“, dijo.
Tras eso, se dedicaron a conseguir fotografías de todos los que originalmente asistirían y “a la organizadora de la boda le encantó la idea, le pareció gracioso”, sostuvo. Incluso, agregó que el costo de las imágenes fue similar a tenerlos en la boda, aunque “ahorraron en alcohol”.
Finalmente, la boda se realizó con sólo 14 invitados presenciales. El total de “asistentes” fue de 50, contando los trozos de cartón, por lo que no infringieron la norma.
“Estoy segura de que habrá una fiesta masiva en algún momento, solo en algún lugar discreto (…) Fue perfecto. Fue realmente relajado. No nos decepcionó en absoluto. La simpleza y tener a nuestra familia más cercana en el lugar fue perfecto”, cerró la novia.
