El obispo Joanikije Mićović y siete sacerdotes de la iglesia ortodoxa Serbia en Montenegro fueron detenidos y enviados a prisión preventiva, anunció la fiscalía este miércoles.

Lo anterior ya que los religiosos son sospechosos de haber organizado una importante procesión en violación de las medidas de lucha contra la pandemia del coronavirus.

Varios miles de personas participaron el martes por la noche en una procesión en Niksic (noroeste de Montenegro), con motivo del día de San Basilio, uno de los santos más venerados de la religión ortodoxa local.

“Se les acusa de violar las normas sanitarias destinadas a controlar una peligrosa enfermedad contagiosa y de haber organizado, contrariamente a las órdenes del ministerio de Sanidad -que prohibían las reuniones públicas-, una procesión en Niksic”, dijo el fiscal de la ciudad en un comunicado.

En caso de condena, se les impondrá una pena de hasta 12 años de prisión.

En el marco de las medidas de desconfinamiento, esta semana Montenegro autorizó la celebración de misas en el interior de las iglesias, bajo ciertas condiciones.

Los fieles deben mantener las distancias de seguridad y llevar máscaras.

Sin embargo, las manifestaciones y reuniones públicas siguen prohibidas.

En Montenegro, un pequeño país de unos 620.000 habitantes, independientes desde 2006, 324 personas han sido infectadas y 9 han muerto.