Autoridades de la ciudad de Shenzhen (China) publicaron un decreto que prohíbe a los ciudadanos comer y comercializar animales como serpientes, civetas, pangolines, perros y gatos, los cuales hasta hace poco formaban parte de la dieta de algunas personas.

Este decreto viene a ser una extensión permanente del veto temporal indicado por la ciudad en los inicios de la pandemia, cuando se pensaba que el pangolín esta relacionado con el nuevo coronavirus.

A través de un comunicado, las autoridades indicaron que quieren fomentar aún más las relaciones que perros y gatos han tenido con los humanos.

“Como mascotas, perros y gatos han establecido una relación mucho más estrecha con los humanos que todos los demás animales, y prohibir su consumo y el de otras mascotas es una práctica común en los países desarrollados y en Hong Kong y Taiwán”, indicaron.

“Esta prohibición también responde a la demanda y espíritu de la civilización humana”, agregaron.

Pangolin | Wikimedia Commons
Pangolin | Wikimedia Commons

El dictamen comenzará a regir desde el próximo 1 de mayo y, desde ya, se anunció que las multas pueden llegar a los 13.000 euros, dependiendo de las especies.

Por otro lado, las autoridades indicaron que científicos podrán seguir con los denominados criaderos de animales salvajes con fines medicinales, los cuales tienen siglos de tradición en China.

Organizaciones animalistas aplaudieron la decisión tomada en esta ciudad, asegurando que al año en ese país se consumen 10 millones de perros y cuatro de gatos.

“Es la primera ciudad del mundo en tomar en serio las lecciones aprendidas de esta pandemia y hacer los cambios necesarios para evitar otra”, indicó Teresa M. Telecky, directora de vida silvestre de Humane Society International.

Cabe señalar que, según investigaciones de científicos chinos, el origen de la pandemia estaría en un mercado de animales de la ciudad de Wuhan.

Allí habría sido comercializado un animal silvestre como alimento humano, el cual habría sido la fuente de la que brotó el nuevo virus.