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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

El Día de los Santos Inocentes, tradicionalmente asociado con bromas y travesuras, tiene un origen que remonta a un episodio trágico narrado en la Biblia por San Mateo, donde el rey Herodes I el Grande ordenó la matanza de niños menores de 2 años al enterarse del nacimiento de Jesús. La fecha se instauró para honrar a estos niños como mártires, sin una fecha precisa de inicio, pero situada entorno al siglo IV o V. Se relaciona con La Fiesta de los Locos de la Edad Media, donde se parodiaban rituales eclesiásticos.

El Día de los Inocentes es una fecha en la que abundan las bromas y las travesuras. De hecho, es frecuente toparse con información falsa sobre acontecimientos serios. Sin embargo, su origen tiene un trasfondo completamente opuesto.

Y es que en sus inicios, la conmemoración recordaba un episodio trágico relatado en la Biblia, por lo que se trataba de una instancia para reflexionar.

Cómo se originó el Día de los Inocentes

Según afirma National Geographic, los acontecimientos que dan origen a la conmemoración se cuentan en el Nuevo Testamento. Allí, San Mateo relata que el rey Herodes I el Grande mandó a matar a todos los niños menores de 2 años al enterarse del nacimiento de Jesús.

Una profecía indicaba que Jesús se convertiría en el rey de los judíos, por lo que Herodes convocó a los Reyes Magos para averiguar dónde había nacido, y le informaran para adorarle.

No obstante, los Reyes Magos regresaron a su país por otro camino, luego que así les fuera revelado en un sueño. Cuando el rey Herodes se enteró de aquello, mandó a matar a los niños que había en Belén. En tanto, un ángel se le apareció a José advirtiéndole de lo que estaba por ocurrir, haciendo que llevara a su familia a Egipto, sostiene el Evangelio de Mateo.

A partir de ese relato, el cristianismo instauró el Día de los Santos Inocentes para honrar a los niños muertos, venerándolos como mártires. Sin embargo, no hay una fecha clara sobre cuándo empezó a conmemorarse, la Enciclopedia Católica menciona que ocurrió entre los siglos IV y V.

La misma indica que la fecha (28 de diciembre) se enmarca en la octava de Navidad, un periodo de ocho días que comienza el día 25, y que fue escogida con tal cercanía “porque los Santos Inocentes dieron su vida por el Salvador recién nacido”.

De la reflexión al humor con ‘La Fiesta de Los Locos’

Hay poca claridad respecto al porqué la conmemoración acabó convirtiéndose en una instancia de humor. No obstante, las teorías apuntan a una fusión con ‘La Fiesta de los Locos’, una festividad popular durante la Edad Media, que se celebraba alrededor del 1 de enero.

Según explica la Enciclopedia Britannica, en ella se elegía un papa u obispo de broma y se parodiaba un ritual eclesiástico. Pese a las prohibiciones y sanciones de la Iglesia, las celebraciones se mantuvieron hasta el siglo XVI.

¿Está relacionado con el April Fools’ Day?

A menudo suele pensarse que el “April Fool’s Day”, celebrado en países de Europa y Estados Unidos cada 1 de abril, es la versión anglosajona del Día de los Santos Inocentes. Si bien ambas tienen una connotación humorística, sus orígenes son totalmente diferentes.

Según el portal Business Standard, existen teorías asociadas con este día que se remontan a la Francia del siglo XVI. Dicho país cambió su calendario de juliano a gregoriano en 1582, según lo decidido por el Concilio de Trento en 1563. Antes de esto, el Año Nuevo se celebraba entre finales de marzo y abril para marcar la época del equinoccio de primavera.

Sin embargo, más tarde el mundo adoptó un nuevo calendario y desde entonces el Año Nuevo se trasladó a enero.

Después de la introducción del calendario gregoriano, el Año Nuevo se trasladó al 1 de enero, un cambio que no fue universalmente popular. Algunas personas continuaron celebrando su año nuevo en marzo o el 1 de abril, lo que se convirtió en blanco de bromas y engaños entre quienes adoptaron el nuevo calendario, dándoles regalos falsos o enviándolos a fiestas inexistentes.