La cuarentena está afectando la salud mental de los menores en Chile. En los últimos días, varios especialistas han comentado que la situación a la cual nos enfrentamos es un “choque emocional” para los niños debido a los grandes cambios en su rutina.

La mayoría de los adultos comprenden eficazmente porqué se produce el encierro y cómo es la mejor forma de sobrellevarlo, tanto emocional como físicamente. En cambio, a los más pequeños de la casa les cuesta entender que deben prescindir de los abrazos, guardar la distancia con sus amigos o renunciar a las actividades que venían realizando en el jardín o colegio.

La especialista Andrea Rojas Trincado, Co-founder de la plataforma virtual PsicologiaChile.cl, explica que “en nuestra consulta virtual recibimos bastantes inquietudes de padres que no saben cómo reaccionar frente al estrés que viven sus hijos debido a esta crisis sanitaria. Lo que más les preocupa es la irritación, la tensión y el nerviosismo que provoca en los menores estar encerrados en casa por un período tan largo de tiempo”.

Para poder ayudar a los más pequeños de la casa, la experta comenta que “el cuidador principal corresponde a la base segura interiorizada, por lo que, si la madre –y otras figuras cuidadoras cercanas— atiende a las necesidades emocionales del niño o niña y le calma y regula, ese pequeño o pequeña irá desarrollando un sentido de sí mismo de persona merecedora de ser tenida en cuenta e irá adquiriendo con el tiempo estrategias de autorregulación”.

En este sentido, la seguridad emocional se va interiorizando en base a repetidas experiencias de consuelo. “Se va confiando tanto en los recursos personales como confiando en los demás y en que si necesito ayuda la puedo pedir. Esto es lo que llamamos estilo de apego seguro”, explicó Rojas.

Por otro lado, la situación de los adolescentes no es muy distinta. Según datos de la misma plataforma virtual, más del 48,7% de los jóvenes que recurren a ayuda terapéutica buscan soluciones para el estrés y la ansiedad, lo que se relaciona directamente a problemas en el estado anímico en un 33,06%, ansiedad en un 10,48% y crisis de pánico y angustia en un 5,24%.

“La adolescencia es una etapa vital marcada por una compleja transformación individual. Se experimenta un proceso de búsqueda de la identidad, caracterizado una alta reactividad emocional, tensiones y exigencias internas contrarias”, explicó la especialista.

Durante esta etapa del ciclo vital el funcionamiento entre pares es fundamental. Antes, si el adolescente se sentía agobiado, podía salir con los amigos a despejarse, ahora eso no es posible. “Nos hemos quedado sin graduación y sin viaje de fin de curso”, comentan algunos usuarios de PsicologiaChile.cl, quienes están conscientes de la irrelevancia de este suceso en relación a la pandemia mundial, pero lamentan no vivir estos eventos vitales importantes para el ajuste psicosocial.

Para finalizar, la experta recomienda a los padres en primer lugar – y aunque sea difícil- intentar hablar de otros temas para reducir la ansiedad, así como también reforzar ideas positivas como por ejemplo “tengo tiempo que antes no tenía para mí y para mi familia”. También establecer horarios y rutinas para que no dé la sensación de que estamos en constantes feriados y mantener el contacto con la familia a través de teléfonos y/o vídeo.