Medios internacionales dieron cuenta de un triste caso ocurrido en Sudáfrica el pasado 14 de febrero, cuando una mujer de 32 años cazó una jirafa y posó con el corazón del animal en su mano. El registro fue publicado en Facebook, donde se llenó de críticas.
La protagonista de esta historia es Merelize Van Der Merwe, oriunda de ese país, quien recibió un polémico regalo de San Valentín de parte de su marido, el cual consistía en un safari para cazar especies que estaban en la sabana.
Sin ir más lejos, la cazadora detalló en sus redes sociales que su esposo había gastado un total de 1.700 euros, cerca de 1.5 millones de pesos, para que cazara una jirafa macho de 17 años.
Junto con publicar las imágenes, en las cuales exhibía el corazón del animal, Van Der Merwe escribió mensajes desafiantes contra las personas que la criticaron por su actuar, tachándola como “violenta” y “despreocupada”.
“Fui literalmente como una niña pequeña durante dos semanas y conté los días. Después me llené de emociones porque he estado esperando años para tener esta oportunidad. Estoy en la luna”, escribió.
“Me encanta cómo traen a la Biblia y me dicen que Dios me castigará. Les sugiero que todos vayan a leerla otra vez. Ahora bien, tomen sus armas, su temblor y su arco, y salgan al campo a cazar”, agregó.
De acuerdo a la cadena Fox News, Van Der Merwe es una de las cazadoras aficionadas más brutales que existen en su país, ya que a sus 32 años ha matado cerca de 500 animales, entre los que hay leones, elefantes y jirafas.
En declaración al medio Mirror la directora de People for the Ethical Treatment of Animals, Elisa Allen, evidenció severas críticas hacia la sudafricana.
“Alguien que mata a otro ser sensible, se corta el corazón y se jacta de ello se ajusta a la definición de psicópata”, indicó.
“Algún día, la caza de trofeos se incluirá como un signo de un trastorno psiquiátrico, como debería ser hoy. Son delirios de grandeza, asesinato en serie y sed de sangre combinados con un deseo ardiente de lucirse”, concluyó
