La pandemia, que se ha extendido por más de un año, ha afectado a todas las personas de diferentes maneras, con muchos viendo impactada su salud mental debido a las extensas cuarentenas, a lo que se suma el alto nivel de incertidumbre.

Los estados de ánimo y los horarios del sueño han sido factores que se han visto alterados en muchas situaciones, pues no es nada fácil lidiar con esta situación que ha durado tanto tiempo.

Al día de hoy los expertos sostienen que las causas principales del insomnio en la población son el estrés, la ansiedad y estados depresivos, los cuales son difíciles de atender de forma clínica en la actualidad, debido a las fuertes restricciones que existen de movilidad.

Durante los últimos meses, diversos expertos han señalado que un implemento que puede ayudar de forma natural a combatir los problemas de sueño son las mantas pesadas, las cuales son objetos cuyo peso puede quintuplicar al de las frazadas normales.

Aquellas cobijas surgieron en la década del 90 en Europa, pero su uso se popularizó más en Latinoamérica durante los últimos años, como un tratamiento de bajo riesgo para personas que tenían problemas para dormirse y conciliar un sueño reparador.

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Están confeccionadas a base de telas y lanas de muy alta densidad y gramaje, cuyo peso no debe superar el 10% de la masa corporal de la persona que la va a ocupar. Es por eso que las más populares pesan entre siete y 10 kilos.

Hasta el día de hoy existen expertos internacionales que avalan el uso de estos implementos en personas con diagnósticos como ansiedad o estrés.

Raj Dasgupta, especialista en pulmones y sueño y profesor asistente de medicina clínica en la Escuela de Medicina Keck de la Universidad del Sur de California, indicó a CNN que los estudios en población aseguran que las mantas pesadas proporcionan una estimulación de presión profunda al individuo.

El efecto sería similar a una “sensación firme, pero suave, de apretar o sostener y … desencadena estos sentimientos de relajación y calma”.

Para Dasgupta, esta sensación de relajación es lo que reduce el cortisol, hormona que suele estar muy presente en personas ansiosas.

Fariha Abbasi-Feinberg, directora de medicina del sueño en Grupo Millennium de médicos en Florida, indica que hay evidencia que estima que la presión profunda reduce además la excitación del sistema nervioso simpático, lo que a su vez genera un aumento de la actividad parasimpática del organismo, lo que a la larga produce el efecto calmante.

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Michael J Breus, psicólogo estadounidense y experto en “Medicina del Sueño”, explica que el mecanismo de la mantas pesadas consiste en destruir su peso de manera uniforme, lo que a la larga entrega a la persona una sensación de contención.

“Un estudio de 2015 examinó los efectos de la estimulación de la presión profunda de las mantas pesadas y encontró una reducción del 33 por ciento en el estrés, medido por una prueba de signos fisiológicos de excitación. De entre los participantes, el 63 por ciento informó sentir una disminución en la ansiedad, y el 78 por ciento dijo que encontró que usar una manta pesada fuera una forma preferible de aumentar su nivel de calma”, indicó en su blog personal.

“Los cambios en la actividad del sistema nervioso que provienen de la estimulación de la presión profunda se acompañan de una cascada de cambios en las hormonas, que también contribuyen a disminuir la ansiedad y generan sentimientos de calma. Estos cambios hormonales también pueden ser beneficiosos para dormir”, concluyó.

En el mercado nacional existe una variada oferta en cuanto a estos productos, los cuales pueden partir desde los 24.000 pesos y llegar hasta 325.000 pesos, en lo que se denomina un estándar Premium.