Bowling con enanos y la diversión que humilla

Señor Director:

En las últimas semanas, he visto con preocupación la realización de eventos en bares y discotecas donde se utiliza a personas con talla baja como espectáculo. Aunque para muchos pueda parecer una “broma inocente” o un “show curioso”, lo cierto es que estos actos degradan la dignidad de quienes vivimos con esta condición y perpetúan estereotipos que tanto hemos intentado erradicar.

La pregunta es inevitable: ¿quién es el verdadero responsable? ¿Los organizadores que lucran con la burla? ¿Las personas con talla baja que se prestan para ello? ¿O el público que paga por vernos convertidos en objeto de risa?

La respuesta es compleja, pero también clara: los principales responsables son quienes organizan y promueven estos espectáculos, porque transforman una condición médica en un negocio de entretenimiento, sin importar el daño físico, psicológico y social que causan.

Sin embargo, también es necesario reflexionar sobre aquellas personas con talla baja que participan en este tipo de actividades. Entiendo que muchas veces lo hacen por necesidad o por falta de oportunidades, pero eso no justifica reforzar una imagen denigrante que nos afecta a todos como comunidad. No se ríen con ellos, se ríen de ellos.

Y, por supuesto, el público también tiene un rol. Mientras haya quienes aplaudan estas prácticas, seguirán existiendo. La risa fácil a costa de la dignidad ajena no es humor: es violencia disfrazada de entretención.

Me preocupa profundamente que prácticas como el llamado “lanzamiento de enanos” o “bowling con enanos”, estén ocurriendo en nuestro país y, peor aún, que por su rápida viralización en redes sociales se estén replicando en colegios y liceos. Esto no solo expone a niños y jóvenes con esta condición a burlas y hostigamiento, sino que normaliza la violencia simbólica hacia nuestra comunidad desde edades tempranas.

Como persona con esta condición, exijo respeto, inclusión real y oportunidades laborales que no nos conviertan en una atracción de bar.

La dignidad no se negocia.

Anahí
Persona con Talla Baja