Probablemente le ha pasado que debe devolverse a su casa para verificar si desenchufó la plancha, cerró la puerta, apagó el gas o tal vez, olvidó su celular, dinero y el termo con su almuerzo. Es así, a veces salimos tan apurados que pareciera ser que las piernas van más rápido que la cabeza.

Sin embargo, cuando nos apuramos, cometemos errores, nos estresamos y nos atrasamos aún más.

Durante las pruebas de matemáticas nos encontramos con estudiantes que ingresan a la sala cansados, angustiados y atrasados, perdiendo un tiempo precioso para desarrollar su evaluación. En este estado: ¿podrán pensar realmente?

Los días 17, 18 y 19 de junio, un número importante de estudiantes rendirá la PAES de invierno, y todos ellos necesitarán tranquilidad y concentración para entender en tiempo limitado, qué se está preguntando.

¿Cómo podemos no correr antes y durante esta importante prueba?

Algunas acciones simples que pueden ayudar a ganar ese precioso tiempo son, por ejemplo:

– Revisar previamente los locales de rendición, cómo llegar y cuánto demora el traslado.
– Dejar lista la noche anterior la ropa que se pondrá.
– Levantarse más temprano para tomar desayuno tranquilo y llegar media hora antes al lugar, así no suma más estrés a ese día.
– Recordar además que no se puede ingresar al recinto con mochilas, bolsos, ni celular.

Durante la prueba, es importante que los estudiantes puedan leerla con calma y revisarla por completo. Luego, contestarla desarrollando las preguntas que más saben, ya que esto favorecerá que disminuyan el nivel de estrés y adquieran confianza en sus conocimientos.

Así como los futbolistas después de sus intensas prácticas, requieren de concentración especialmente el día antes del partido, quienes rinden la PAES pueden hacerlo estudiando con anticipación, procurando dejar también el tiempo necesario para descansar.

Tal como señala la fábula de la tortuga y la liebre, el correr no siempre nos garantiza que seremos los primeros en llegar.

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