A inicios de 2021, las proyecciones de crecimiento para el delivery de alimentos eran positivas: Statista Digital Market Outlook -que entrega datos de 90 mercados para la economía digital- anunciaba que estas plataformas de entrega a domicilio continuarían posicionándose como un pilar clave de “la nueva normalidad”. El portal de estadísticas no se equivocó, en octubre, datos de industria indicaron que ese mercado había aumentado 175%.

Hoy, aquella predisposición progresiva de pedir comida a domicilio o a cualquier punto, ya no solo se trata de una tendencia que se impuso tras los efectos de las medidas sanitarias contra el covid-19.

Hace tiempo que gran parte de los consumidores decidió hacer de esto una actividad más común; total, lo que ya no se gasta a la hora de colación o en un bar con espacio reducido, ahora puede financiar un menú de calidad que llegue al hogar. Un reciente estudio de la Cámara Nacional de Comercio (CNC), incluso detalló que en 2021 el chileno gastó 20,7% más en el consumo promedio de una boleta de comida rápida respecto al año anterior.

Sin duda, los nuevos hábitos y la digitalización de la cotidianeidad seguirán incentivando aún más el delivery de alimentos; durante el último tiempo muchas marcas han ingresado a este mercado, mientras que otras han fortalecido sus canales digitales de venta: es el caso de las tiendas de conveniencia, hoy convertidas en una gran alternativa para un público flexible, masivo y transversal, que además de variedad en los servicios, exige expansión territorial.

Camila Peñafiel, subgerente de Marketing de Enex, representante de upa!

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