Andrés Zaldívar descarta que sea un “cocinero” en política y afirma que los acuerdos deben tomarse "de cara a la gente". Pero lanza: "A la cocina no hay que mirarla en menos". En conversación con BioBioChile apunta sus dardos contra Daniel Jadue y Joaquín Lavín. También tiene palabras para Allende: “Fue víctima de la presión de su propia gente, que le quiso exigir más de lo que se podía”.

Andrés Zaldívar, habla acerca del momento que vive Chile y lo califica como “confuso”. Advierte que el país tiene que resolver su futuro entre dos alternativas: “Da un salto adelante o cae al vacío”.

El dice que hará “todos los esfuerzos posibles” para que no se llegue a un escenario de segunda vuelta en que se tenga que elegir entre Daniel Jadue (PC) y Joaquín Lavín (UDI), ya que “no le darían gobernabilidad al país”.

“¿Cuál es el proyecto político de Jadue? Que me lo diga, para tomar nota. El cubano, venezolano o norcoreano…”, pregunta el líder de la Democracia Cristiana y no duda en destacar el nombre de la senadora Yasna Provoste como estandarte de estabilidad y cambios profundos.

Así el ex ministro del Interior de Bachelet unge a la senadora de su partido, pero con el hincapié en que previamente debe existir una comunión, un programa de gobierno común en la centroizquierda, y un plebiscito convencional que defina a una abanderada única, con la representante socialista, Paula Narváez.

Solo de esa forma, la candidatura de Provoste estaría zanjada.

“No se trata de renovar la Concertación”, precisa.

También, descartó ser un “cocinero en la política” en su paso por el Senado y revela detalles inéditos sobre un calificativo que, según él, es un “error histórico” asignárselo a él.

Fracaso convencional

-En la Convención Constitucional, su partido sumó un cupo y medio, ¿Está en lo tradicional la solución, siendo que la ciudadanía no optó por eso?

En la votación de la Convención la gente miró mucho más a los independientes y al mundo real y ese fue el resultado. Pero, creo la expresión de tipo política no se da ahí. Si vamos a las alcaldías, la DC tuvo muchos más alcaldes que otros partidos y lo mismo en concejales, pero no quiero explicarme así.

-Se culpa a Chahín del peor resultado electoral en la historia de la DC…

He sido presidente del partido y es una tradición que se responsabilice de los resultados de una elección y si le va mal en una, el piso se le mueve. Fuad no se hizo fuerte en su posición, porque sintió que había tenido un resultado no esperado en materia constitucional. Nunca creí que personas como Patricio Zapata y Elisa Walker se perdieran. La gente votó por la Lista del Pueblo, que no es un partido, votó por los independientes.

¿Ingobernabilidad?

-¿Cómo ve el momento que vive Chile?

En una palabra: confuso. Estamos en un proceso de transición, que el país puede aprovechar para dar un salto adelante, pero también, para atrás o al vacío. Eso va a depender mucho de la capacidad, sobre todo de los sectores que están dispuestos a hacer las reformas necesarias, que el país necesita y están pendiente. Además, que tenga la capacidad para mantener respaldo y gobernabilidad.

-Entonces…

Tenemos hoy un gobierno sin respaldo, un Parlamento que no tiene capacidad de buscar acuerdos, porque cada uno es uno por sí mismo. No hay cohesión. No hay proyectos concretos planteados por la derecha, ni por la izquierda, en ninguna parte, y hay una proliferación de candidaturas que todo el mundo está mirando.

-¿Cuál sería el efecto de lo que señala?

Esto podría producir una situación de inestabilidad y desconfianza, como ya se está viendo hoy. Todo el mundo está a la expectativa de lo que va a pasar. Tenemos que tener capacidad de plantear algo serio, de país que parte por una nueva Constitución la hará la gente que fue elegida, pero a ellos, a muchos de ellos, hay que darles un insumo, un aporte, para que de ahí salga estabilidad.

-¿Cómo sería eso?

Partiendo por un régimen político que sea capaz de sobreponerse a lo que ha sido el error de los tres tercios, donde no hay un presidencialismo como el actual, sino que hay que buscar más el modelo europeo que ha sido más exitoso o por lo menos ha sido de largo aliento. Con un proyecto de desarrollo económico que sea realmente con reformas sociales profundas, que se están demandando, como las pensiones, la salud, la educación, la inequidad entre comunas y una clara definición sobre qué vamos a tener libertad, respetar los derechos de la gente.

-¿Eso no existe hoy?….

Hay una amenaza de un candidato que salga más bien representando al PC y empiezan los temores del comunismo. Por otro lado, con la posibilidad de que exista una persona de derecha, que, a lo mejor, no será capaz de gobernar, como ha demostrado el propio Sebastián Piñera. Y una centroizquierda desmembrada, que hay que volver a cohesionar. Pero, si hacemos un sistema semi presidencial, en la cual haya una obligación de construir mayoría, el país puede funcionar en términos políticos. Si somos capaces de construir eso, saldremos adelante. Mi partido y el Gobierno están en una crisis muy profunda y el Parlamento con un descrédito muy duro.

Épocas distintas

-Si es de comparar época, ¿cree que hay puntos de comparación respecto del ambiente previo a la llegada de Allende a La Moneda, que podría ser la banda presidencial en manos de Jadue?

Es un cuadro absolutamente distinto. En los tiempos de Allende y la posibilidad de que llegara al Gobierno, era un mundo que estaba polarizado, en una Guerra Fría, con un comunismo que representaba más bien a dictaduras del proletariado. No había libertades, había abuso y persecución. En un mundo dominado por EEUU, pero con una Europa que estaba en proceso de éxito. El cuadro era distinto…

-Entonces…

Le pregunto al PC ¿Cuál es su proyecto que me quiere ofrecer? El proyecto cubano o el norcoreano, qué proyecto me dan como referente para que pueda entender. El PC no está en Chile con un proyecto político claro. Uno lo ve en el propio Jadue. El comunismo tuvo un fracaso universal, como fórmula política, sin embargo, es un elemento que puede provocar desconfianza. Cuando mañana aparezca Jadue con un discurso agresivo y con desconfianza con el mundo moderado y una derecha medio descompuesta, con un gobierno sin cumplir las expectativas, fracasado, se puede producir un cambio político antes de la elección presidencial, por eso, soy muy partidario de proyectar una figura como Yasna Provoste.

Candidaturas presidenciales

-La centro izquierda suma una infinidad de presidenciables, versus lo que hay al frente, en Chile Vamos, que se percibe mayor orden…

La derecha está más ordenada que nosotros en ese sentido, pero el país espera más que haya una recomposición en una centroizquierda reformista, como Frei era la oferta de “Revolución en Libertad”. Aquí tenemos que hacer un esfuerzo por proyectar una candidatura, con un proyecto de realización de las demandas sociales, tratar de que haya éxito en la Convención Constitucional y que se origine un estatuto que nos permita gobernar, y en ese sentido puede sobrepasarse la crisis de la centroizquierda.

-¿Qué ha visto en la centro izquierda ?

Lo que ha ocurrido los últimos 15 días es realmente alarmante, ver su propia autodestrucción. Tiene que caer una parte de nosotros, el PS y el PPD en la humillación de que le digan que no en algo y no los dejen entrar. Eso hay que buscar cómo solucionarlo. No se trata de volver a renovar la Concertación, hay que recomponer una expresión de fuerza que dé gobernabilidad, con desarrollo y reformas sociales profundas, en un proyecto nuevo.

-Hay una crisis en la DC que se graficó en la Junta Nacional en que se definió el tema presidencial, que quedó abierto, renuncia Fuad Chahín, y este martes la senadora Ximena Rincón oficializa que no seguirá como presidenciable de su partido…

Esa era una cosa obvia y la Ximena hizo un acto honorable en la Junta Nacional del partido de dejar al lado su candidatura, porque ella sentía que no había cumplido su objetivo. Con mayor razón con la crisis que se produce en las otras fuerzas políticas, con lo que le pasa al PS y el PPD, les dan un portazo en la cara a un proyecto que querían construir con en FA y el PC. He escuchado a muchos dirigentes de la centroizquierda que hay que hacer un esfuerzo por recomponer una expresión de la centroizquierda que dé garantías de que hará los cambios que la gente pide.

No más Concertación

-Hay una odiosidad instalada en contra de la ex Concertación, ¿Cómo este nuevo conglomerado dará garantías a la gente?

Esa expresión (odiosidad) es cierta. Se ha metido dentro del ambiente, primero, una cosa en contra de los viejos, segundo, en contra de la gente que tuvo participación en política. Incluso hoy, en las campañas de gobernador regional donde se dice que tal candidato estuvo en el gobierno anterior. Bueno, están ahí, ¿Qué están haciendo? Son Frente Amplio, ¿No son un partido político? ¿No son políticos? Por qué hablan en contra de los políticos, si hacen política. Aquí, todos tenemos que reanimar y eso significa no excluir a nadie, ni ser actores de veto con nadie. Pongo como ejemplo, con respeto a Daniel Jadue, ¿Cuál es su proyecto de país? Deme un solo ejemplo como para poder tomar nota. El modelo comunista de la dictadura del proletariado ya pasó.

-Y, ¿el modelo chino?

Es que China es una mixtura entre una economía social de mercado y un gobierno autoritario y concentrado.

-¿Es difícil implementar algo así en Chile?

Imposible, no veo esa convicción. En China no hay libertades totales. Han hecho una buena trayectoria, pero hasta hoy existen muchas restricciones. En Chile, tenemos muy cercano el tiempo en que tuvimos una vida tan restringida en materia de libertades, con tanto abuso y atropello de DDHH. En Chile no se puede dar, no creo.

-La senadora Rincón en su carta apunta a que la gente tiene una mirada de que la DC se “derechizó”….

Discrepo totalmente de esa interpretación de Ximena. No es que la DC se haya derechizado, sino que se ha hecho una campaña desde la extrema izquierda que ha recaído sobre la imagen de la DC. La DC ha hecho las principales reformas en este país, para recuperar la democracia, fuimos motores.

-Pero y lo que pasó en los últimos años, como, por ejemplo, durante las reformas de la ex Presidenta Bachelet, donde la DC puso algunas piedras…

Hay una equivocación, yo fui partícipe desde el Senado del gobierno de la presidenta Bachelet. Fuimos colaboradores de primer nivel para llevar adelante, sin perjuicio que, en algunos casos, pedíamos algún tipo de corrección. La Ximena Rincón era testigo de eso, porque era ministra, de que buscamos las mejores fórmulas. Pero sí, en algunas cosas cometimos errores, que pudimos haber corregido.

-Están las declaraciones de Ignacio Walker de que no se había leído el programa de Bachelet…

Esa fue una mala declaración, pero eso no justifica una opinión de que no nosotros no fuimos colaboradores. La DC no votó ningún proyecto de la presidenta Bachelet en contra. Todos con la colaboración nuestra. Como, por ejemplo, la Reforma Tributaria, hicimos todos los esfuerzos para lograr una modificación que fuera profunda y estableciera una tributación progresiva. Son imágenes difíciles de quitar, por eso la declaración de la Ximena es un error, porque la DC no se ha derechizado, nunca ha estado en posiciones con la derecha. Es un partido pluriclasista, es cierto, pero que apunta a que no que no hay que apurar el tranco hasta lo que el país puede dar, porque si no lo que se quiere puede terminar en fracaso….

Extremaron a Allende

-¿Puede explicar eso de que si se apura el tranco puede derivar en un fracaso?

Ya le pasó a la izquierda en su tiempo, en el gobierno de Allende, que lo extremaron de tal manera que el propio Allende terminó en lo que se terminó y Frei sufrió lo mismo, por eso no tuvimos continuidad con Radomiro Tomic, porque en nuestro partido, un sector de él, como el Mapu, pedía que fuéramos mucho más rápido y Frei no quería. por eficiencia. Teníamos una visión distinta, pero otra cosa es que hayamos estado en contra de las reformas.

-Y cuando habla de que a Allende lo extremaron apunta a…

Porque lo pusieron contra la pared, si su partido, no lo olvidemos, no lo apoyaba. El propio PC tuvo un papel más moderado. No es un problema de excusar a Allende, quien, seguramente, pudo haber pasado adelante en el periodo democrático, pero lo llevaron a extremos. El partido más conservador era el PC. El propio PS le negó la autoridad para hacer las cosas de otra forma. Cuando quisimos llegar a acuerdo con Allende para integrar el gobierno, fue el PS en ese entonces, no el de hoy, que se negó. Allende fue víctima de la presión de su propia gente, que le quiso exigir más de lo que se podía.

-Si llega a Jadue a La Moneda, piensa que cabe la opción de que pueda ocurrir una situación similar a los setentas…

A pesar de que el hombre es el único animal que siempre se tropieza con la misma piedra, estamos en otro mundo. Si Jadue gana, por votación popular y es elegido democráticamente, espero que él también se someta a las normas democráticas y que por motivo alguno pretenda imponer normas que vayan en contra del régimen democrático y la libertad de la gente. Pero, si pretende someternos, hacer por la vía de los hechos o los resquicios que no funcione la democracia, puede afrontar una crisis mayor. Espero que hayamos aprendido la lección. Voy a hacer todos los esfuerzos para quien sea elegido candidato sea una persona que represente más un mundo moderado por los cambios y que le de confianza a la gente. Pero, si llega a salir Jadue tendrá que ser responsable por sus actos y espero que así sea.

Por encuestas el escenario apuntaría hasta ahora a una primera vuelta entre Jadue, Lavín y Provoste…

En ese escenario, tenemos que convencer a la opinión público que nuestro proyecto de transformaciones es más serio y responsable que el que ofrece el contendor, que podría ser Jadue y pasar a una segunda vuelta y también ganarle a la derecha, porque le podemos dar mayor gobernabilidad al país, pensando en Lavín, por la situación crítica que entre ellos (Chile Vamos).

Eventual segunda vuelta: ¿Jadue o Lavín?

-Si pasa Jadue a segunda vuelta y está Lavín al frente, ¿por quién votará usted?

No quiero ponerme en esa situación porque para el país no serían una elección que lo llevara por el buen camino. No voy a responder eso, y si llega el momento, tendría que ver qué es lo que hacer….

-¿Votaría por Lavín?

No voy a votar por ninguno, no digo que voy a votar por ninguno. Primero quiero saber la oferta que hacen y los compromisos….

-En la interna, algunos en la ex Concertación se plantean la idea de votar por Lavín para evitar la llegada de Jadue a La Moneda, por la distancia del PC con la DC ¿Qué piensa?

Ninguno de los dos me entusiasma, ni me compromete, pero, voy a hacer todo el esfuerzo para que ese cuadro no se produzca. Puede darse, un cuadro diferente, alguien que represente mejor esta posición socialdemócrata liberal de esta centroizquierda moderada pero con voluntad de cambios.

-Pero, Lavín también se plantea como socialdemócrata…

Uno puede plantearse cualquier cosa, pero el producto del producto está ahí, aunque a la mona la vistan de seda, mona queda.

“No soy cocinero”

-¿Qué piensa cuando se habla de la “cocina” en el Congreso y a usted se le colocaba como el “cocinero”?

Es un error y falta de información. Se dijo eso cuando se hizo la reforma tributaria y en la reforma tributaria no fui el que buscó el acuerdo. La reforma tributaria se hizo con la derecha, con Roberto Fontaine, Andrés Allamand, José García, en la casa de uno de ellos, con el ministro de Hacienda, Alberto Arenas. Nosotros fuimos informados que la derecha había dado acuerdo. Para hacer una buena negociación, primero, tienen que ponerse de acuerdo, de cara a la gente, pero ninguna negociación se puede hacer en la cosa pública.

-¿Cree que esto de la “cocina” le mancilló su vasta carrera política?

No, pero, por supuesto, a la cocina no hay que mirarla en menos.

-Pero, en este caso, la miraban en menos, era cuestionada, a espaldas de la gente…

En ese caso, no fue así. Nunca hubo más audiencia pública como fue para la reforma tributaria. Usamos hasta la sala del Senado. Y el que insinuó la salida fue más bien la derecha, con estos dos sistemas de declaración de renta que existen hoy.

Entonces, ni antes ni después usted fue cocinero en política…

Siempre fui y soy una persona que busca negociar las cosas para lograrla, pero sin transgredir los principios que creo. La política es el arte de negociar y llegar a acuerdo, sino que se lean a Aristóteles, recomienda Zaldívar, político chileno que se desempeñó en todos los cargos más importantes. Solo faltó el más grande: Presidente de la República.