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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

En el caso del triple homicidio en La Reina, la exesposa de Eduardo Cruz-Coke, Carolina Grillet, entregó una declaración crucial que apunta a la hermana del fotógrafo, quien habría intentado envenenarlo. Trinidad, imputada en el crimen, es esposa de Jorge Ugalde, el principal acusado por el crimen. Carolina relató un episodio donde Eduardo habría sido envenenado un año antes.

En medio de las indagatorias por el triple homicidio ocurrido en La Reina, la exesposa de Eduardo Cruz-Coke y madre de ambos mellizos de 17 años, Carolina Grillet, entregó una declaración clave a la policía que apunta contra la hermana del fotógrafo.

La investigación, que inicialmente barajó la hipótesis de parricidio con posterior suicidio, ha dado un vuelco, apuntando a una disputa por una herencia familiar como principal móvil.

En la declaración, Carolina detalló que Trinidad Cruz-Coke (65), hermana y tía de las víctimas, habría intentado envenenar a Eduardo un año antes del crimen, según indicó Mega.

Cabe señalar que Trinidad, quien está imputada -no detenida- en el crimen, es la esposa de Jorge Ugalde (59), quien se encuentra en prisión preventiva y está acusado de un triple homicidio calificado en contexto de violencia intrafamiliar.

“La Trinidad me trató de matar”

En su declaración, Carolina confirmó que el 3 de noviembre de 2024 su exmarido la llamó por teléfono pidiéndole ayuda: “‘Carola, la Trinidad me trató de matar, me envenenó, por favor ven a ayudarme’. Su voz era somnolienta y su estado de conciencia un poco alterado. Fue como un llamado de auxilio”.

“En esa ocasión estaba con los niños en su casa de La Cañada (La Reina). Le pregunté por ellos y me dijo que ellos estaban bien”, dijo.

Luego de esa llamada, Carolina relató que llegó hasta el domicilio y Eduardo le contó que Jorge Ugalde había llegado con un postre y helado con frutillas y chubis, diciéndole que Trinidad le había mandado eso para que comieran.

Bajo ese contexto, comentó que Eduardo se comió toda su porción, pero que sus hijos “señalaron que no quisieron comerla porque tenía un sabor raro y malo, como a remedio, lo cual Eduardo también me señaló”.

Luego de ese episodio, Eduardo fue atendido de urgencia en una clínica. Sin embargo, Carolina puntualizó que nunca se realizó una denuncia formal porque no contaban con el dinero para costear los exámenes que permitieran determinar la sustancia tóxica que le habían suministrado.

“Amaba a sus hijos más que a nadie”

Por otro lado, cuando ocurrió el crimen -el pasado 18 de octubre- Carolina relató que ella estaba de viaje en Bariloche y que mantuvo una comunicación fluida con su exesposo y sus hijos la noche del 17.

“No noté nada extraño, estaba feliz con los niños. Hablamos hasta el viernes 17 en la noche y coordinamos que él junto a uno de mis hijos me iban a ir a buscar al aeropuerto”.

El día del crimen señaló que no tuvo contacto alguno y al no recibir respuesta de ninguno, llamó a su hermano, quien le dio la noticia. “Le pregunté que había pasado y me dijo que al parecer habían entrado a robar, pero que no se sabía mucho lo que había ocurrido”, comentó.

Asimismo, Carolina abordó que al inicio del caso la Fiscalía le mencionó que investigaba un parricidio con posterior suicidio y que, ante eso, les señaló “que no había posibilidad que fuera así. Eduardo amaba a sus hijos más que a nadie, era el mejor padre del mundo y tampoco creía posible que Eduardo se quitara la vida”.