Con banderas arcoíris y en un ambiente festivo, miles de personas marchan este sábado el centro de Santiago para celebrar el Día del Orgullo y reclamar que aún quedan batallas pendientes. La instancia igualmente convocó manifestaciones en otras ciudades del país.

Iniciando a las 14:00 horas y proyectada para continuar hasta las 21:00 de este sábado, se han reportado cortes entre Plaza Baquedano y Los Héroes, con desvíos por Manuel Rodríguez y Avenida España según constató Radio Bío Bío en el lugar.

El Metro de Santiago por su parte indicó que las estaciones funcionan con normalidad.

Manifestantes frente a la Torre Entel de Santiago.
Carlos Melin (RBB)

La marcha arrancó en la Plaza Italia, rebautizada popularmente como “Plaza Dignidad” durante el Estallido social, y se detuvo cerca del palacio presidencial La Moneda, donde se rindió homenaje a las 56 víctimas fatales de la homofobia y la transfobia en Chile.

Según los organizadores del Movilh, los participantes se cifran cerca de las 80.000 personas. “Hoy nos hemos reunido miles en torno a la esperanza de un Chile que se comprometa verdadera y definitivamente para erradicar la discriminación. El Estado está mandatado a través de tratados internacionales a tomar medidas”, apuntó Isabel Amor, la directora de Fundación Iguales, la otra organización a cargo de la marcha.

Entre las autoridades que acudieron a la marcha se encuentra el presidente del Senado, Álvaro Elizalde, y los ministros de la Presidencia, Giorgio Jackson, y de Educación, Marco Ávila, así como la vocera de Gobierno, Camila Vallejo.

Patrulla con los colores de la bandera LGBT estrenada este sábado por Carabineros.

Una de las novedades de esta edición fue un camión con expresiones artísticas y culturales de migrantes LGTBI, con transformistas, drag, dj y cantantes de diversos países.

La concentración tiene lugar tres meses y medio después de que se celebrasen las primeras bodas entre parejas del mismo sexo gracias a la histórica aprobación del matrimonio igualitario el pasado diciembre. Chile se convirtió así en el octavo país de América Latina en legalizarlo después de Argentina, Brasil, Colombia, Uruguay, Ecuador, Costa Rica y varios estados de México.

Hasta entonces, las personas homosexuales solo podían unirse bajo la figura jurídica del Acuerdo de Unión Civil (AUC), que no reconoce derechos de filiación.