Con nota 4,5 calificó la Intendenta de la región Metropolitana, Karla Rubilar, el primer simulacro de emergencia de abastecimiento de agua desarrollado en la capital durante este martes.

La actividad tomó como muestra 11 comunas que, en teoría, se vieron afectadas por el corte del suministro producto de una supuesta lluvia en la precordillera, que paralizó la producción de agua por el vertimiento de barro en las plantas de potabilización.

La actividad desplegó camiones aljibes y estanques con agua a las zonas afectadas para abastecer a las personas, recintos públicos, colegios y centros médicos.

La intendenta Rubilar tuvo varias observaciones al simulacro, como la falta de claridad del estado de los grifos de algunas comunas para entregar el agua acumulada, la coordinación de los municipios con la Onemi, la sincronización con Carabineros en el desplazamiento de camiones y la distribución del agua, entre otras deficiencias.

“En el tema sanitario, por ejemplo, teníamos al menos siete hospitales que tienen una autonomía (de agua potable) que no es la mejor. Tenemos que mirar con mayor detención la cantidad de camiones aljibes que van a llegar”, comentó la autoridad, añadiendo -entre risas- que al simulacro “le pondría un 4,5”.

Actualmente, cuando se decreta una alerta amarilla y se interrumpe el servicio de agua potable, Aguas Andinas tiene una autonomía de 11 horas, abastecimiento que se triplicará a mediados del próximo año con la construcción de nuevos estanques, como lo explicó Eugenio Rodríguez, director de gestión de la empresa que abastece a gran parte de la capital.

En este simulacro se contó con 53 puntos de distribución, representando el 10 por ciento de lo que estará disponible en una emergencia real.

La actividad sería replicada en una próxima fecha, para corregir las observaciones encontradas, señalaron las autoridades.