La Municipalidad de Viña del Mar anunció la implementación de un sistema de control biométrico, con huella dactilar, en cada una de sus dependencias, para así evitar el pago irregular de horas extras.

La medida busca regularizar el millonario pago de horas extras que no se realizan, el que sólo durante 2017 le generó un gasto cercano a los 3 mil millones de pesos al municipio.

La instalación de este sistema estará a cargo de la empresa Vigatec S.A., la misma que ya ha implementado este sistema de marcaje con huella dactilar en empresas como Banco de Chile, Falabella y Codelco, entre otras.

La alcaldesa de Viña del Mar, Virginia Reginato, detalló algunas de las características tanto del sistema como de la medida, y también recordó que la razón de esta iniciativa fue la exigencia de la Contraloría General de la República, que trabaja desde hace dos meses al interior del municipio, tras conocerse el caso Horas Extras.

Pero esta no es la primera vez que se implementa este sistema en el municipio. En 2008 se llevó adelante una licitación por cerca de 60 millones de pesos adjudicada a la empresa NEC Chile con prácticamente el mismo método, cuando la administración municipal estaba a cargo de su extitular, Patricio Zenteno.

Por motivos que aún no han sido del todo clarificados, ese sistema simplemente fracaso y duró menos de seis meses. El concejal Víctor Andaur aseveró que este no siguió operando porque los funcionarios lo boicotearon.

Radio Bío Bío conversó en exclusiva con el exdirector de Personal de la casa consistorial viñamarina, Vicente Fraile, quien estuvo en el cargo entre los años 2003 y 2013 y contribuyó a implementar el fallido primer intento de instalar el sistema biométrico en el municipio.

Fraile no confirmó que hayan sido los propios funcionarios quienes boicotearon ese sistema, pero sí afirmo que al poco tiempo este simplemente dejó de funcionar.

La administración comunal arrastra un déficit que se acerca a los 18 mil millones de pesos, lo que se busca controlar en parte con esta medida.