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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

Juan Rojas, único sobreviviente de una tragedia en altamar cerca de Puerto Williams, relató su experiencia tras ser rescatado milagrosamente. Tres compañeros continúan desaparecidos. Rojas fue trasladado al Hospital Clínico de Magallanes en Punta Arenas para recuperarse emocionalmente. Describió cómo luchó contra el frío y la deshidratación en la costa, orinando dentro de su traje para mantenerse caliente. Pidió a Dios sobrevivir por su hijo. Rescatado por silbidos, lamentó no poder salvar a sus colegas.

Hace unos días, el único sobreviviente de una tragedia en altamar en aguas jurisdiccionales de Puerto Williams, Juan Rojas, conversó con el medio de comunicación Paraguay Noticias, donde relató su experiencia.

La tragedia ocurrida hace algunas semanas, tuvo un único sobreviviente: Juan Rojas, pescador de nacionalidad paraguaya, quien fue rescatado de milagro. Sus tres compañeros de embarcación continúan desaparecidos.

Tras su rescate, Rojas fue trasladado al Hospital Clínico de Magallanes en Punta Arenas, donde recibe acompañamiento de familiares en su proceso de recuperación, especialmente en el aspecto emocional, tras presenciar la desaparición de sus colegas.

Días después, Rojas conversó con NPY de Paraguay, donde relató su experiencia de supervivencia en el mar y los críticos que vivió tras ser arrastrado por una ola gigante.

La Armada de Chile informaba así la situación: “La Gobernación Marítima de Puerto Williams informó que, durante la tarde del 21 de agosto se activó un operativo de búsqueda y rescate (SAR) en la zona sur de la región de Magallanes y Antártica Chilena luego de recibir la alerta por el hundimiento de la lancha a motor “Ana Belén”, con cuatro tripulantes a bordo.

La emergencia fue reportada minutos antes de las 19:00 a la Capitanía de Puerto de Punta Arenas por el armador de la embarcación por medio del número de Emergencias Marítimas 137, señalando que, esta se encontraba en las cercanías de las Islas Gilbert e Isla Stewart (cerca de 200 kilómetros al sur de Punta Arenas), jurisdicción de la Gobernación Marítima de Puerto Williams”.

La lucha por la supervivencia

Rojas describió cómo la fuerza del mar lo lanzó contra la costa: “Una de las olas me tiró a las rocas, y yo me agarré con otras rocas, y antes de llegar al lugar a orilla grande, si llegaba me quebraba no aguantaba más, y tuve que hacer lo posible para salir de ahí, mis pies no daban más, me tiré al agua sin calcetines”.

La lucha por mantenerse vivo en un ambiente hostil continuó. Tras lograr subir a tierra, el frío y las deshidrataciones se volvieron sus principales amenazas, obligándolo a medidas desesperadas. “Me desvestí de a poco tiritando, y tuve que aguantar (…) tuve que improvisar, con pasto taparme los pies y aguantar el frío. Tuve que orinar adentro de mi traje para mantenerme con calor”.

“Si no fuera por esas maniobras no iba a aguantar, porque el traje se congelaba y la única manera era orinar adentro, tuve que pensar en muchas cosas para sobrevivir“, añadió el hombre.

El sobreviviente relató el momento más duro vivido, mientras buscaba refugio en la nieve: “Tuve que buscar una parte donde refugiarme, porque se ponía a nevar, en esa parte cae mucha nieve y encontré una cueva, y ahí me metí. Cuando entré tenía mucho dolor, porque tenía fracturadas las costillas, tenía sangrado en la nariz. Me senté y me apagué, yo creo que me desmayé. Al otro día como a las seis me desperté, me estaba congelando“.

Tragedia en Puerto Williams

En medio de la agonía, el testimonio del paraguayo remeció a muchos: “Yo solo le pedía a Dios que no me deje morir, porque tengo un hijo de siete años, y eso le clamaba, porque tenía mi hijo que necesitaba de mí, y le pedía que no me deje morir, ese era mi clamor a Dios“.

Finalmente, el hombre fue rescatado, tras incesantes silbidos, señas y gritos, los que fueron escuchados por colegas de otra lancha, quienes dieron aviso a la Armada.

Al ser rescatado, su primer pensamiento fue para sus compañeros. “Yo le pregunté por mis amigos, y me dijeron que era el único que habían encontrado, le dije que los llevaba y me dijeron que no, porque estaban con principio de hipotermia, y que mi situación era crítica”.

Hasta el día de hoy, no se han dado con restos de la embarcación o con señales de vida del resto de los pescadores.