Greenpeace denunció que los buques salmoneros estarían vertiendo aguas con marea roja en una zona de ballenas azules, al sur de Chiloé. La Industria se defendió y acusó de “pirotecnia” a la ONG ambientalista.

El episodio de marea roja que vive la región desde Aysén y varias comunas de Chiloé, hizo revivir la hipótesis planteada por pescadores artesanales de Quellón, quienes aseguran que los barcos Wellboat estarían dispersando las algas nocivas.

Estefanía González, coordinadora de océanos de Greenpeace, denunció que la industria salmonera, con permiso de Sernapesca, transporta miles de especies desde zonas afectadas por la toxina, pasando por el golfo Corcovado, considerado como hábitat de las ballenas azules.

Arturo Clement, presidente de SalmónChile, señaló que las acusaciones de la ONG ambientalista no tienen fundamentos y que son sólo “pirotecnia”.

Desde Greenpeace advirtieron que el golfo del Corcovado, al sur de Chiloé, muestra un altísimo tránsito de buques, los cuales se estarían moviendo desde sectores afectados por la marea roja, por lo que existe peligro de estar sobrecargando la zona con aguas contaminadas.