Hasta Osorno llegó José Andrés Murillo para participar del seminario “No Enmudecer frente al abuso sexual infantil”. En la actividad, el denunciante del caso Karadima fustigó a la iglesia católica, la que a su juicio sólo ha hecho cambios cosméticos frente a los casos de vejaciones y no sobre el abuso de poder, la real causa.

La actividad organizada por el Diario Austral de Osorno convocó a diversas entidades públicas y privadas vinculadas a la lucha contra un flagelo que crece cada día en número de denuncias y que tuvo una visibilización cuando él junto a James Hamilton y Juan Carlos Cruz denunciaron a Fernando Karadima, -quien lideraba la parroquia El Bosque- acusándolo de abusos sexuales reiterados mientras participaban de dicha agrupación. Acusaciones que terminaron con el sacerdote condenado por el propio Vaticano.

Pese al golpe que recibió la Iglesia Católica en términos de credibilidad y percepción tras la denuncia y la ratificación de las mismas por parte de la santa sede, a juicio de José Andrés Murillo sólo se observan cambios cosméticos. Una muestra de ello es la permanencia de Juan Barros como obispo de Osorno.

De hecho fustigó las declaraciones de Barros quien negó haber encubierto y hasta tener conocimiento de los abusos de Fernando Karadima. Aseguró no creerle y enfatizó en que sería más creíble que reconozca los hechos.

En general, Murillo sostuvo que finalmente ante este tipo de casos de abuso sexual contra menores y en general contra todas las personas independiente de su edad, importa mucho que sea la propia sociedad la que asuma la tarea de romper las trabas que provocan que el silencio sea la lamentable salida, promoviendo con ello la impunidad.