El machi Celestino Córdova, único condenado por el crimen del matrimonio Luchsinger Mackay, nuevamente comenzó una huelga de hambre. Esta vez, en la denominada “huelga seca”.

Mediante una carta redactada por el mismo Cordova, se exige la autorización para realizar una visita a su rehue en un período de 48 horas, además de otros 5 puntos que incluyen la implementación de módulos especiales para presos indígenas y la liberación de todos los imputados en el contexto del conflicto entre el Estado y el pueblo mapuche, entre otros.

El vocero del machi, Jimmy Marilao, emplazó a las autoridades a cumplir con las peticiones y detener “las vulneraciones contra nuestras autoridades”.

Según cercanos, la medida comenzó el 13 de enero, por lo que llevaría 2 días en ayuno. Algo que se contrapone drásticamente con lo mencionado por Gendarmería a Radio Bío Bío, quienes confirmaron que la medida de presión habría comenzado la tarde de este lunes.