Con la férrea resistencia de asociaciones judiciales y con definiciones pendientes cruciales, la reforma de nombramientos judiciales entró en la recta final de su tramitación en la Cámara de Diputados. En la comisión de Constitución se mantienen las interrogantes en torno al rol del Senado en las nominaciones, e inclusive no se ha descartado sumar a la Cámara Baja.
Este mes la comisión de Constitución de la Cámara de Diputados podría despachar la reforma al sistema de nombramientos del Poder Judicial, a prácticamente nueve meses de que el Gobierno ingresara el proyecto al Congreso.
La iniciativa es resistida por las asociaciones judiciales, las que han cuestionado que la reforma “profundiza” el tráfico de influencias.
Haciendo frente a los cuestionamientos, el ministro de Justicia, Jaime Gajardo, defendió que la transparencia y la probidad son los ejes clave del Consejo de Nombramientos, saliendo de la cúpula del Poder Judicial.
El secretario de Estado agregó que la reforma apunta a procedimientos claros, pruebas estandarizadas y ternas jerarquizadas, dándole viabilidad al proyecto.
“Va a ser un proceso de nombramientos totalmente transparente. Ya no con ministros de las cortes de apelaciones o de la Corte Suprema realizando esos procesos”, comentó Gajardo.
El diputado de la UDI y presidente de la comisión, Jorge Alessandri, ratificó que este mes se votará en particular el proyecto, apuntando que solamente falta la revisión de artículos transitorios.
“Yo diría que dos o tres sesiones (más) máximo. Es un proyecto que mejora, que hace que la Corte Suprema se dedique a hacer justicia”, aseveró Alessandri.
Por su parte, la diputada del FA, Lorena Fries, recordó que desde la colectividad buscaron sacar al Senado de la ecuación de la nominación de los ministros de la Corte Suprema, pensando inclusive en rebajar el quórum.
Eso sí, la parlamentaria descarta que se esté “ampliando el tráfico de influencias”, al aumentar los requisitos para evitar cualquier tipo de irregularidad.
“Lo que están apareciendo son bastantes filtros, que hacen mucho más difícil que cuando lleguen al Senado puedan optar por decisiones que no tienen nada que ver con una lista, una terna, que ya viene jerarquizada”, explicó Fries.
Para el diputado socialista, Leonardo Soto, en vista a cómo surge la necesidad de la reforma al sistema de nombramientos, en medio de la crisis que golpeó en 2024 al Poder Judicial, el Senado debió salir de la ecuación. Pese a esto, reconoce que la proposición apunta a un mayor control.
“Dado que hay una mayoría para mantener al Senado en esto, que haya mayor transparencia, que haya mayor control y haya menos espacio para el tráfico de influencias y la manipulación política de los nombramientos para controlar al Poder Judicial”, manifestó Soto.
En las próximas sesiones la instancia enfrentará una disyuntiva: si incorporar o no en el Consejo de Nombramientos que se va a crear a la Cámara de Diputados.